En México, la Secretaría de Salud del Gobierno estima que uno de cada 650 recién nacidos desarrolla síndrome de Down
Niños mexicanos con síndrome de Down exhibieron este martes murales pintados por ellos mismos en la ciudad costera de Acapulco para crear consciencia sobre la discapacidad y como parte de una nueva terapia.
“Este mural es para visibilizar y concientizar a la sociedad sobre la existencia del síndrome de Down y los talentos y las habilidades que las personas pueden tener y que a veces muy difícilmente los volteamos a ver”, comentó a medios el presidente y fundador de la asociación civil AcaDown, Julio César Gómez Catalán.
“Haz conciencia, no diferencia” se puede leer en una de las tres paredes pintadas por los jóvenes y sus padres, quienes también participaron en esta actividad.
Para Abel y su madre, el haber presentado su pintura con una ballena y su cría es más que un simple dibujo, ya que tiene un mensaje de amor, donde refleja la maternidad, el cuidado y el acompañamiento.
“Hubo mucho desahogo emocional en este proyecto y eso es lo estupendo de este trabajo cuando se comparte con el arte. Los mensajes son muy claros: haz conciencia, no diferencia, el decir que soy parte de la sociedad no quiere decir que porque sea diferente en algunas partes de mi mente, de mi cuerpo, no soy igual que todos, tengo los mismos derechos”, puntualizó Gómez Catalán.
En México, la Secretaría de Salud del Gobierno estima que uno de cada 650 recién nacidos desarrolla síndrome de Down, que considera la principal causa de discapacidad intelectual y la alteración genética humana más común.
La arte terapia es una manera de expresión para las personas con esta condición, pues en ocasiones no pueden expresar sus emociones de manera verbal con las demás personas.
“Estoy muy orgullosa, muy feliz del logro que se ha tenido con este espacio, no en cualquier lugar otorgan estos espacios para que realicen y expresen”, comentó Ángeles Reyes, madre de uno de los participantes.
Para que este mural se realizara como parte de sus terapias, los niños y jóvenes toman talleres de pintura para demostrar las capacidades y el talento que llegan a tener pese a las diferencias que existe entre sus cromosomas, por lo que también han realizado exposiciones de pintura en diferentes puntos de la ciudad.
Además, muchos de ellos ya vendido varias de sus obras de arte, lo que les ayuda a ser activos económicamente.
Pese a esto, muchos de los padres de familia se resisten a vender los cuadros, ya que el valor sentimental en ocasiones es mayor.
Con información de López-Dóriga Digital