La Agencia de Investigación Criminal utiliza “seudos”, es decir, objetos con un olor similar a lo que deben encontrar
La Procuraduría General de la República cuenta con 59 perros para hallar bombas, drogas, dinero y cadáveres.
Los caninos laboran dentro de la Agencia de Investigación Criminal, donde son entrenados con juegos y “seudos”, es decir, un objeto impregnado con un olor similar a lo que deben buscar.
Marlenee, directora de la unidad de binomios caninos, detalló que para los explosivos utilizan como seudo un poco de pólvora y para el dinero, billetes triturados.
Los perros llegan a la AIC por donación de distintas embajadas, a través de la Iniciativa Mérida, aunque también hay algunos de ciudadanos que ya no pudieron hacerse cargo de ellos. No obstante, no todos son aceptados.
Antes de iniciar el entrenamiento, que será el mismo para todos, se les evalúa en cuanto a instinto de caza, carácter sociable y condición física, por mencionar algunos. Entrenan diario con tiempos para jugar y también toman periodos de vacaciones.
Su tiempo de servicio dura entre 7 y 8 años, a menos que tengan problemas de salud antes y deban ser retirados; en casos graves los duermen. Pero si se retiran del modo tradicional pueden ser adoptados por cualquier persona que compruebe que puede hacerse cargo de ellos, aunque la realidad es que la mayoría de las veces se unen a la familia de sus manejadores.
De los 59 caninos, 43 son expertos en narcóticos, siete en explosivos, cuatro en detección de restos humanos y cinco se encuentran en adiestramiento. Algunos de los perros en activo tienen por nombre Lillie, Güera, Aron, Rika y Zeus.
Con información de Milenio