Elecciones 2024
Elecciones 2024
Los Indios Verdes: ni son indios ni son verdes 
Foto de Internet

En náhuatl, “tlatoani”  significa “el que habla”, y los taltoanis eran los máximos gobernantes en tiempos de los mexicas, por eso algunos lo interpretan como “rey”.

Uno de los tlatoanis más conocidos es Moctezuma Ilhuicamina, pero su predecesor, Izcoátl también jugó un papel importante en la expansión mexica, al igual que su colega Ahuízotl.

Quizá, estos dos últimos nombres no son muy mencionados todos los días por los habitantes de la Ciudad de México, pero, ¿qué tal suena “Indios Verdes”?

No existe una colonia o calle llamada así

En realidad, en la ciudad no hay ninguna zona llamada oficialmente Indios Verdes, sino que se le conoce así al área en la que termina la autopista a Pachuca e inicia la Avenida Insurgentes Norte, es decir, donde se encuentra la estación del Metro que lleva ese nombre y que, junto con Cuatro Caminos, es la terminal con mayor numero diario de usuarios de todo el Sistema de Transporte Colectivo.

La estación del Metro Indios Verdes fue bautizada así en 1979 debido a que dos grandes estatuas de Izcóatl y Ahuízotl habían sido colocadas en ese lugar varios años antes y que los habitantes de la Ciudad de México bautizaron de esa manera.

Los Indios Verdes: ni son indios ni son verdes  - indios-verdes-1-1024x576
Itzcóatl y Ahuízotl. Foto de YouTube

Por qué son verdes

Estas escultura están hechas de bronce y, debido a los daños del clima y la falta de mantenimiento se cubrieron de “pátina”, que es una capa de sal mineral que suele generarse en ese material debido a un fenómeno de corrosión.

Es esa “pátina” la que le dio el color verde que tienen ahora ambas estatuas de 4 metros de alto que representan a dos líderes indígenas, pero la gente empezó a llamarles simplemente “indios”, especialmente por el desconocimiento de los personajes que representan.

Son estatuas, pero se han movido

Pero los Indios Verdes no estuvieron siempre en ese lugar, sino que han “peregrinado” por diferentes puntos de la ciudad.

Su origen se remonta a la época porfirista, cuando el entonces Ministerio de Fomento le encargó su creación al artista Alejandro Casarín con el fin de exhibirlas en el pabellón mexicano de la Feria Mundial de París, que se llevó a cabo en mayo de 1889 y fue la misma en la que se inauguró la Torre Eiffel. 

Sin embargo, debido a su gran tamaño, se dificultaba su transporte, por lo que finalmente se enviaron a esa feria unas grandes placas con las figuras de Izcóatl, Nezahualcóyotl y Totoquihuatzin, las cuales hoy se exhiben en la esquina de Filomeno Mata y Tacuba, a un costado del Museo del Ejército y frente al Museo Interactivo de Economía.

Entonces, en 1891, las esculturas de Izcoátl y Ahuízotl se colocaron al inicio del Paseo de la Reforma, en lo que hoy es la esquina con Bucareli y prácticamente compartían espacio con “El Caballito” que todavía estaba ahí.

A muchos habitantes de la Ciudad de México no le gustaron estas estatuas (que todavía eran color cobre) porque “afeaban” el Paseo de la Reforma o porque decía que las armas que portan no son de la época en la que vivieron ambos tlatoanis e, inclusive, hubo quien dio argumentos racistas sobre tener a estos indígenas a la entrada de una avenida que pretendía imitar a las elegantes calles europeas. 

De esa manera, las estatuas fueron retiradas de ahí y, en 1901, se llevaron a las lejanas tierras de La Viga (muy cerca de donde se encontraba el famoso canal), pero cuando se construyó la avenida Calzada de la Viga, en los años 30, los ya bautizados como “Indios Verdes”, se tuvieron que mudar nuevamente.

Cuando los Indios Verdes llegaron a Indios Verdes

Así, en 1939, se llevaron a los Indios Verdes hacia el norte, a una de las entradas de la Ciudad de México, en lo que entonces era la carretera a Laredo, hoy la Autopista México-Pachuca y donde inicia la Avenida de los Insurgentes.

La zona fue conocida entonces como “los Indios Verdes” para aquellos viajeros que entraban o salían de la Ciudad de México.

En 1979 se tuvieron que mover un par de cuadras para poder construir la terminal de la línea 3 del Metro que tenía ya el nombre de “Indios Verdes” y que le daba “oficialmente” esa denominación a aquella área de la ciudad.

Con el Metro Indios Verdes y la expansión de la ciudad, la zona se convirtió en una importante entrada de miles de personas que utilizaban camiones, combis y microbuses para llegar a la Ciudad de México.

En 2005, cuando se construyó la línea del Metrobus, los Indios Verdes tuvieron que cambiar nuevamente de lugar porque no había espacio para construir la nueva terminal.

Fue entonces cuando fueron trasladados unos metro más lejos, justo al Parque del Mestizaje, el cual fue inaugurado en 1978 por los mismísimos reyes de España y que hasta entones era conocido por los habitantes de la zona gracias a una fuente bautizada como “Los Danzantes” y por unas espectaculares estatuas de Don Quijote y Sancho Panza.

Es así como estas características estatuas de la Ciudad de México no se han mantenido estáticas y han ayudado a darle identidad a una de sus zonas más importantes.

Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)