
Esta cifra de participación es la más alta registrada en una elección intermedia, pero está por debajo de la registrada en 2012, 2006 y 2000.
En las elecciones intermedias de ayer se registró una participación del 48 por ciento, lo que representa la cifra más alta para unas elecciones intermedias desde 1997 y además fue tres puntos porcentuales superior a las de 2009, en donde fue de 44.68 por ciento.
Por supuesto que la participación electoral no llegó a los números de la elección presidencial del 2012, con un 63.34 por ciento, aquella del 2006, con un 58.9 por ciento, o la del año 2000, con un 64 por ciento. Claro que esto es normal, porque las elecciones intermedias suelen tener menor interés en la población.

Por ahora, el récord de participación sigue siendo el de la elección presidencial de 1994, cuando el 77.16 por ciento de los algo más de 45 millones de mexicanos registrados en el censo, es decir 35.5 millones, asistieron a votar a las urnas. Claro que en términos absolutos, votaron menos personas que en el 2012, pero entonces el porcentaje fue mayor.
En las elecciones intermedias del año 2003 la participación fue del 41.68 por ciento y en 1997 fue del 57.69 por ciento, con 26.9 millones y 30.1 millones de votantes, respectivamente.

Ayer, la jornada electoral no pudo realizarse en 592 casillas, de las cuales 410 sí fueron instaladas y luego suspendidas: 145 por actos de violencia y 254 por robo o destrucción de material electoral. Mientras que 182 casillas electorales no pudieron ser instaladas.
Con todo, se eligieron 500 diputados federales, 2 mil 179 cargos públicos, nueve gobernadores y 16 congresos locales.
Con información de El País.