Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán y Jalisco son los estados con más bajas de militares en labores de seguridad
A Rolando, José Manuel, Miguel y Máximo los mataron supuestos ladrones de combustible hace apenas 18 días, en la comunidad de Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac en el llamado “Triángulo Rojo”, en el estado de Puebla.
Al igual que ellos cuatro, 501 militares más han caído en cumplimiento de su deber, del 1 de diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón Hinojosa llegó a la Presidencia de la República, al 16 de mayo de 2017 en el actual sexenio de Enrique Peña Nieto.
La relación de personal caído en la aplicación de la Campaña Permanente contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos, registra 357 decesos de soldados, pilotos y marinos durante el mandato panista a causa de diversos tipos de eventos, mientras que en el gobierno priista suman a la fecha 148.
A Cristian lo mataron en Culiacán, Sinaloa, cuando un comando fuertemente armado emboscó el convoy militar donde iba con otros cuatro compañeros de armas la madrugada del viernes 30 de septiembre de 2016.
El objetivo: rescatar a un delincuente herido durante un enfrentamiento en la sierra del municipio de Badiguarato, donde opera el Cártel de ‘El Chapo’. Se supo después que se trató de su hermano Aureliano Guzmán Loera.
El soldado tenía 26 años y era originario de Mazatlán. Otro cabo, el más joven, tenía 20 y solo uno de servicio en el Ejército. Otra de las cinco víctimas era Sargento Segundo de Infantería oriundo de Orizaba, Veracruz. También murió un cabo conductor de 46 años nacido en Gutiérrez Zamora, Veracruz, y otro más del mismo grado de 40 años originario de Oaxaca.
Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán y Jalisco son los estados con más bajas de militares en labores de seguridad.
Los Datos Abiertos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en el Portal de Transparencia dan a conocer que en ambos sexenios suman 256 muertes por agresiones con arma de fuego: 172 con el ex presidente Calderón y 84 con Peña Nieto. Pero además el Instituto Armado pone a 31 militares la clasificación de “ejecutado”. Todos con el panista Felipe Calderón en el mando.
Este tipo de evento no se reconoce en la clasificación que realiza el gobierno de Enrique Peña Nieto. En un escrutinio realizado por Quadratín al mismo documento sobre las ejecuciones en los estados de la República se evidencia que en el período del 15 de octubre de 2008 al 22 de abril de 2012 en Guerrero se ejecutaron a una decena de militares, seguido de Nuevo León con nueve, Michoacán con cuatro, Sinaloa y Tamaulipas con dos, y Colima, Jalisco, Coahuila y Nayarit con uno en cada entidad.
El estado de Tamaulipas es donde recae la cifra de 85 bajas de militares por agresiones con arma de fuego. Le sigue Sinaloa con 27, Michoacán con 24, Jalisco con 21, Guerrero con 19, Chihuahua y Nuevo León 13 cada uno, en Veracruz 11, Coahuila nueve, Zacatecas y Sonora seis cada uno, Puebla debutó este año con cuatro, en Baja California tres, San Luis Potosí dos, Aguascalientes, Nayarit, Estado de México y Guanajuato con uno.
El resto del personal castrense ha muerto en los últimos 10 años en accidentes automovilísticos o aéreos como el ocurrido el 19 de junio de 2010, cuando se accidentó un helicóptero Bell 412 en el municipio de Badiraguato, Sinaloa, durante un operativo de las Fuerzas Armadas.
También se registran decesos de militares por ahogamiento, deshidratación, atropellos, golpe de calor, descargas eléctricas, caídas e incluso accidentes con armas de fuego.
Con la última agresión con armas de fuego a personal militar en la comunidad de Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac, Puebla, la SEDENA reconoce las 505 bajas en labores de seguridad.
Generales, Jefes, Oficiales y Tropa del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos han condenado cada ataque, así como expresado sus más sentidas condolencias a los familiares de sus compañeros de armas quienes, asegura la SEDENA, a costa de su propia vida han defendido la soberanía nacional.
Con información de Quadratín
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