Frida, quien en septiembre de 2017 participó en los rescates tras los sismos, presenta problemas de salud que son propios de su edad
La perra rescatista Frida, quien en septiembre de 2017 se convirtió en un símbolo de solidaridad y orgullo por su participación en los rescates tras los sismos, presenta problemas de salud que no comprometen su vida pero que son propios de su edad.
De acuerdo con El Universal, Frida, que tiene 13 años, se encuentra estable bajo supervisión médica permanente de sus veterinarios.
Diariamente sus veterinarios revisan su corazón y pulmones para atender cualquier cambio y se le atiende de manera especial debido a que es un animal geriátrico que requiere cuidados especiales.
Frida es una perra de raza labrador que formó parte al selecto grupo del Equipo de Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas.
A lo largo de su vida operativa, de más de 10 años de servicio, realizó un total de 53 localizaciones de personas, entre ellas 12 con vida.
Participó en el sismo de Haití, en un deslave de Guatemala, en el terremoto de Ecuador en 2016, en los sismos en Oaxaca y la Ciudad de México, así como la explosión de la Torre Pemex.
Con información de El Universal