La investigación permitirá tener referencias correctas y poder determinar cuándo algo se está desviando de lo esperable
A pesar de que hay avances en las predicciones meteorológicas y en el entendimiento sobre huracanes, existen partes que no se comprenden del todo, razón por la cual se requiere mayor ciencia para estudiarlos más a fondo y entender las desviaciones que se dan como el caso del devastador huracán Otis, que el pasado miércoles impactó como huracán de categoría 5, principalmente el balneario de Acapulco, expusieron expertos mexicanos.
El coordinador de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), William Lee Alardín, dijo esto durante la conferencia de prensa “¿Continúa la temporada de huracanes?”, en la que también aseguró que lo anterior solo es posible con suficiente monitoreo con equipos y personal adecuado y mantenido en el tiempo.
Esto para tener referencias correctas y poder determinar cuándo algo se está desviando de lo esperable y así tener capacidad para tomar las medidas adecuadas.
“Las necesidades son enormes y las consecuencias de no tener este conocimiento, tanto en lo material como en lo humano y lo social, son gigantescas. En la medida que estemos mejor preparados para enfrentar estos fenómenos, los efectos van a ser menores”, detalló.
El investigador recordó que México está expuesto a los huracanes, fenómenos ligados a la temperatura que hay en el océano “e impactan predominantemente zonas en la latitud de nuestro país”.
“En los últimos años se han presentado fenómenos de tipo huracán en los mares que rodean a México y a otros en el mundo, que también indican cambios en los patrones atmosféricos con mayor intensidad”, añadió.
En el caso de Otis, compartió, lo preocupante y central en los análisis es lo súbito en la formación de la tormenta y en el aumento en intensidad, ya que en menos de 12 horas pasó de categoría 1 a 5.
Al hacer uso de la palabra, el director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, Jorge Zavala, consideró que todos los pronósticos fallaron, incluso los del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.
“Estaba previsto como tormenta tropical y rápidamente ascendió a huracán categoría uno, y subió hasta la categoría cinco en 12 horas, en vez de 24. Se debió prever este ascenso al menos un día antes”, insistió.
El experto puntualizó que se prevé que los huracanes sean más intensos en promedio y con mayores precipitaciones asociadas.
Sobre las posibles causas de la rápida intensificación, Zavala destacó cuatro: la elevada temperatura superficial del mar, mayor de 30 grados Celsius, alto contenido de calor en el océano, condiciones de corte horizontal de los vientos en la vertical que facilitan la intensificación y humedad relativa favorable.
Con información de EFE