Durante su misa en Ecatepec, el papa Francisco recordó que las tres tentaciones del diablo fueron la riqueza, la vanidad y el orgullo
Durante la Homilía de la misa multitudinaria celebrada en Ecatepec, el papa Francisco llamó a enfrentar las tres tentaciones “que buscan degradar y degradarnos”.
Por tratarse del primer día de la Cuaresma, se leyó el fragmento del Evangelio según San Lucas, correspondiente a los días que Jesús pasó en el desierto, donde fue tentado por el diablo.
Posteriormente, el papa Francisco tomó los micrófonos para dirigir la Homilía a los fieles, donde recordó que las tres tentaciones del diablo en el desierto fueron la riqueza, la vanidad y el orgullo.
El pontífice llamó a los mexicanos a resistir estas tentaciones, afirmando que sabe que no es fácil evitar la seducción del “dinero, la fama y el poder”, pero pidió optar por Jesús. Asimismo, instó a “abrir los ojos frente a tantas injusticias que atentan directamente contra el sueño y proyecto de Dios”.
Estas “tres tentaciones buscan destruir y sacar la alegría y frescura del Evangelio”, afirmó el líder de la Iglesia Católica.
El Santo Padre aseguró que la Cuaresma es el “tiempo para quitarnos la ropa de la apatía y la indiferencia”, así como “para abrir los ojos y los sentidos, desenmascarar las tentaciones que el mal quiere plasmar”.
El pontífice recalcó que las tentaciones que sufrió Cristo “nos encierran en un círculo de destrucción y de pecado”, y expresó enfáticamente que “con el demonio no se dialoga”, recordando que incluso Jesús usó las palabras de Dios y no las suyas para hablar con el diablo.
El papa envía mensaje contra la corrupción
“Es tener el pan a base del sudor del otro o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, sufrimiento. En una familia o una sociedad corrupta ese es el pan que se les da de comer a los propios hijos”, afirmó el papa.
Francisco ofició el domingo la que se espera sea la mayor misa multitudinaria de su visita a México en la localidad de Ecatepec, una de las más pobladas del país y que en los últimos años ha registrado un incremento de la violencia, en especial contra las mujeres.
Un día después de arremeter contra el narcotráfico y la corrupción, el papa criticó a quienes se adueñan de la riqueza destinada a todos. Es “riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta es el pan que se le da de comer a los propios hijos”.
Redacción