Dos de los detenidos cumplen cadena perpetua en la cárcel ubicada a 63 kilómetros de la capital italiana, informó el Vaticano
Como marca la tradición cristiana, el papa Francisco realizó este Jueves Santo, el ‘Lavatorio de pies’ y lo hizo a 12 reos de una cárcel a las afueras de Roma, en una visita “estrictamente privada”, sin la presencia de los medios.
El papa llegó en la mañana a la cárcel de Paliano, en la localidad de Frosinone para cumplir con el rito de lavado de pies a los presos, entre ellos tres mujeres, un musulmán a punto de ser bautizado, un argentino, un albanés y seis italianos.
Dos de los detenidos cumplen cadena perpetua en la cárcel ubicada a 63 kilómetros de la capital italiana, informó el Vaticano.
“Cuando voy a visitar a los detenidos, sé que muchos piensan que son gente culpable. Pero todos somos pecadores. Quien no tenga culpa que arroje la primera piedra”, dijo el papa Fraancisco.
Desde que fue elegido pontífice en 2013, el papa argentino ha aprovechado el rito del Jueves Santo, que conmemora la última cena de Jesús con los doce apóstoles antes de ser arrestado y condenado a muerte, para visitar cárceles y enfermos, tal como lo hacía en Argentina.
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Señaló que el encuentro con los detenidos además sirve de ocasión para una reflexión sobre el papel de la iglesia, que según recalcó este jueves en una entrevista al diario italiano La Republica, debe estar con “los últimos, los marginados, los descartados”.
“Todos tienen derecho a equivocarse. Todos hemos hecho el mal en una forma u otra”, advirtió Francisco.
Con información de Agencias