Pese a lo aparatoso de las escenas, el niño no sufrió ningún daño de consideración
Un momento dramático se vivió en Manchester, cuando un conductor que se encontraba en estado de ebriedad, embiste a una tienda de conveniencia en lugar de frenar en el estacionamiento.
El conductor, de 79 años, atravesó la entrada de la tienda en el momento en que un niño de 6 años se encontraba tomando dulces del escaparate y queda congelado en medio del pasillo cuando el carro entra en el local.
Por fortuna, el menor alcanzó a retroceder y agacharse lo suficiente para evitar un golpe del vehículo a toda potencia y escapó con solo algunos cortes y moretones pese al golpe y a terminar con los estantes y sus productos encima.
El conductor se declaró culpable de conducir en estado de ebriedad y se le condenó a 50 horas de servicio comunitario, su licencia congelada por 3 años, y una multa de 170 libras (4 mil 500 pesos).
Con información de Daily Mail