Minuto a Minuto

Nacional México y la Cepal organizarán foro regional sobre mujeres con foco en sociedad del cuidado
México y la Cepal llamaron a ver la inversión en sistemas de cuidado como una “obligación moral” durante la 16ª Conferencia Regional sobre la Mujer
Internacional Nicolás Maduro ratifica su solidaridad de “manera firme” a Irán tras ataque de Israel
Maduro sostuvo que "esta locura hay que pararla", por lo que hizo un llamado a los israelíes a detener "la locura de Benjamín Netanyahu"
Entretenimiento Shakira aplaza su concierto en Los Ángeles por las protestas contra las redadas de ICE
Shakira ha pospuesto su concierto en Los Ángeles, originalmente programado para el 20 de junio, y lo reprogramó para el 4 de agosto
Internacional Migrantes en la frontera de México viven en vilo por las redadas y militarización de EE.UU.
Activistas y migrantes lamentaron las redadas en EE.UU. y denunciaron la crítica situación de miles de varados sin poder cruzar
Internacional Al menos 34 heridos y varias personas atrapadas tras el ataque de Irán contra Israel
Varias están hospitalizadas en Tel Aviv y siguen los rescates en un edificio dañado tras el ataque de Irán contra Israel
Una nueva embestida contra Harvard, el Estado de Derecho y la democracia estadounidense
Daniel Zovatto

Por Daniel Zovatto

Director de Radar Latam 360

Lo que está ocurriendo con la Universidad de Harvard no es un caso aislado ni una simple disputa entre el Gobierno federal y una universidad.

Es una señal más del peligroso deterioro institucional que vive Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, marcada por una peligrosa deriva autoritaria.

La revocación del Programa de Intercambio de Estudiantes —anunciada con tono de represalia por el Departamento de Seguridad Nacional— representa un ataque directo y profundamente arbitrario contra la autonomía universitaria, la libertad académica y el prestigio de una de las instituciones educativas más emblemáticas del país.

Harvard ha resistido con dignidad las presiones ideológicas impuestas desde la Casa Blanca.

Fiel a su estilo y reputación, en lugar de doblegarse, ha defendido principios fundamentales: el respeto a la diversidad, la inclusión de estudiantes internacionales, la investigación crítica y el pensamiento libre.

Castigarla por ello, congelando fondos y ahora revocando su capacidad de recibir a estudiantes extranjeros, no solo es injustificable: es ilegal y peligrosamente antidemocrático.

Esta medida afecta a más de 6 mil 800 estudiantes de todo el mundo y se enmarca en un preocupante patrón de hostigamiento, donde se criminaliza la protesta, se persigue el disenso y se lanzan acusaciones infundadas —como presuntos vínculos con el Partido Comunista Chino— sin pruebas ni respeto al debido proceso.

En este contexto, la justicia estadounidense —y en especial la Corte Suprema— enfrenta una responsabilidad histórica: frenar estos abusos de poder y proteger los pilares del Estado de derecho. Si permite que decisiones tan abiertamente autoritarias prosperen, estará abriendo la puerta a una peligrosa normalización de la represión política desde las más altas esferas del poder.

Como exalumno extranjero de Harvard, sumo mi voz para denunciar este grave atropello y reafirmo mi apoyo en favor de mi alma mater y su escudo: VE RI TAS.

Defender a Harvard hoy es defender algo mucho más grande: la libertad académica, el Estado de Derecho y la esencia misma del proyecto democrático estadounidense.

Con información de López-Dóriga Digital