Miles de abejas decidieron tomar un avión de combate, el encargado de llevar la misión de recuperación del caza, fue un entomólogo
El avión caza militar F-22 Raptor tiene la capacidad de lanzar ocho bombas inteligentes y disparar misiles de corto y mediano alcance, pero poco le importó a un enjambre de abejas.
Miles de abejas decidieron tomar el avión de combate en Langley-Eutis en el estado de Virginia, una base de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. El avión quedó inutilizable por unas horas. No porque no pudiera despegar, sino que en caso de hacerlo, pudieron haber matado a la mayoría de las abejas.
El Sargento Jeffrey Baskin decidió no tomar acciones por sus propias manos. La solución fue llamar a expertos en el tema. Un entomólogo retiró a las abejas usando técnicas de expertos para remover a las abejas.
Los insectos fueron removidos con una aspiradora especial que las atrapa y las mantiene vivas mientras son trasladadas a otro lugar.
La teoría de los entomólogos de por qué las abejas decidieron tomar el caza militar por unas horas, fue que la reina de la colmena se detuvo en el F-22 porque algo le llamó la atención o simplemente quiso descansar. Los fieles súbditos la siguieron y la acompañaron.
Con información de Gizmodo