Elecciones 2024
Elecciones 2024
Tras abrazo con el papa Francisco, mujer desiste de someterse a eutanasia
foto de @PartriPardo

Consuelo Córdoba, una mujer que sufre de toxoplasmosis cerebral y tiene el rostro desfigurado, iba a someterse a eutanasia a finales de septiembre, pero su opinión cambió luego de abrazar al papa Francisco en Colombia.

En 2001, el exmarido de Consuelo, Dagoberto Ensuncho, la atacó con ácido y le desfiguró la cara.

Su sueño de convertirse en estilista profesional se desvaneció y durante los últimos 16 años ha vivido de la caridad de otras personas.

El 29 de septiembre había programado recibir una inyección para poner fin a su vida.

A la sede de la Nunciatura Apostólica, donde el papa se alojó las cuatro noches en su visita a Colombia, Consuelo acudió el pasado jueves para recibir la bendición de Francisco y explicarle los motivos de su decisión para así morir en paz.

Tras abrazo con el papa Francisco, mujer desiste de someterse a eutanasia - Consuelo-Córdoba-abrazo-papa-foto-de-Noticias-Caracol
Tras el tiempo que compartió con Francisco, Consuelo Córdoba desistió de la eutanasia. Foto de Noticias Caracol

“Le dije que quería morir y que el 29 de septiembre me aplicaban la inyección porque ya todo estaba listo”, expresó Córdoba. “Voy a decirle al doctor que muchas gracias por la inyección, pero que se la aplique a otro”.

Luego de ese momento con él y tras abrazarlo, decidió descartar la eutanasia. Ahora, ella piensa someterse a cirugías con el apoyo de donantes para mejorar sus condiciones de vida.

La cifra de ataques a mujeres con ácido es alarmante en Colombia, de acuerdo con Medicina Legal, desde 2004 hasta 2016 han ocurrido 1151 agresiones.

Sin embargo, muchos de los casos no se conocen por el temor de las víctimas a denunciar.

En 2015, el Ministerio de Salud presentó un protocolo para autorizar la aplicación de la eutanasia en Colombia, que estableció la creación de comités interdisciplinarios que se encarguen de analizar las peticiones individualmente, en el que intervienen el paciente y los doctores tratantes.

La determinación establece que un médico puede aducir objeciones de conciencia para abstenerse de aplicar la inyección, no obstante las instituciones de salud se encuentran obligadas a cumplir el deseo del paciente.

Con información de La Nación