El santuario de Fátima, uno de los ejes de la visita del papa Francisco a Portugal con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2023
“Está todo listo. El santo padre puede llegar esta noche que ya le podemos recibir”, bromea en declaraciones a EFE el sacerdote Joaquim Ganhão en el santuario de Fátima, uno de los ejes de la visita del papa Francisco a Portugal con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que reunirá a más de un millón de fieles entre el 1 y el 6 de agosto.
Hemos trabajado con la Santa Sede y el Estado portugués para garantizar todas las medidas de seguridad y todos los pormenores en el caso del santo padre y sus necesidades por su edad y estado de salud”, afirma el director del Departamento de Liturgia del santuario de Fátima, donde se espera la visita de Francisco el próximo día 5 de agosto.
Las medidas de seguridad, los puntos de pernoctación y de comidas de los peregrinos, las hostias para las misas, los panfletos informativos y la mercancía de los comercios próximos fueron revisados múltiples veces por los responsables del santuario, que ya han vivido visitas papales anteriores y están habituados a las grandes peregrinaciones.
En total, Fátima recibió a cuatro papas en los últimos 80 años y espera la segunda visita de Francisco, que permanecerá en el santuario poco más de dos horas, para rezar el rosario con enfermos y saludar a los peregrinos, según la agenda prevista.
Aunque será una estancia breve, en el santuario se desplegará un impresionante dispositivo para garantizar la seguridad del papa y de las decenas de miles de personas que se acercarán a la explanada del templo, “un espacio abierto y disponible las 24 horas”, precisa a EFE el responsable del Departamento de Vigilancia y Gestión Operacional del santuario de Fátima, André Silva.
Habrá contoles de seguridad adicionales en los alrededores del santuario, pero “serán lo más invisibles posible” y se controlará “lo estrictamente necesario”, explica Silva, que recuerda que el recinto tiene experiencia en acoger cada año peregrinaciones que superan las 200 mil personas.
Es replicar y aumentar un poco la capacidad de acogida”, resume.
La aldea joven
Los jóvenes, con un especial protagonismo en esta cita católica, pueden pernoctar en la “Aldea Joven”, unas instalaciones temporales gratuitas abiertas esta semana que se mantendrán hasta mediados de agosto, con capacidad para acoger a cerca de 500 jóvenes por noche y servir cerca de 2.000 raciones de comida rápida, de pago.
Levantada muy cerca de la explanada del santuario, la “Aldea Joven” se distingue desde lejos por la carpa gigante destinada a las mujeres y rodeada de una decena de carpas más pequeñas para los hombres, junto a duchas, aseos y una zona de comedor.
“Es muy difícil tener la estimativa exacta”, avisa Silva cuestionado por cuántas personas calculan que pasarán por estas estas carpas, ya que no admiten reservas y aceptan a los huéspedes por orden de llegada.
En sus primeras dos noches, han pernoctado cerca de 300 personas, que han servido para confirmar que “todo va bien”.
La avalancha de peregrinos que se espera en Fátima en estos días no se traducirá en un negocio extraordinario para los comercios póximos al santuario, porque “son jóvenes, y el joven no es como el adulto, comprarán cosas más baratas”, explica Natalia Vieira, trabajadora de una de las múltiples tiendas de “souvenirs” de la localidad.
Esto será un día a día. Va a haber muchas personas pero no sabemos si aumentará el negocio”, añade Marilyn Rito, que, en esa línea, ha reservado “el doble” de productos de bajo presupuesto, como medallas, imanes y tercios que muestra a cientos en el escaparate de su negocio.
Con información de EFE