Una cárcel de máxima seguridad, fue testigo de cómo dos reclusos lograron fugarse
Construida en 1865, la Correccional de Clinton en el estado de Nueva York, a unos 30 kilómetros de la frontera con Canadá, fue testigo de un hecho insólito en décadas en las cárceles de Estados Unidos: la fuga de dos reos.
Richard Matt y David Sweat, ambos condenados por asesinato, lograron abrir un agujero en sus celdas hasta alcanzar la libertad en la madrugada del sábado, al otro lado de los muros de la prisión, de casi diez metros de altura.
Su huida ha sido comparada a la de tres reclusos de la prisión de Alcatraz, en San Francisco, hace más de cinco décadas.
Las autoridades aseguran que los dos presos emplearon herramientas mecánicas para romper una pared de acero que separaba sus celdas contiguas de los pasillos internos de la cárcel. Una vez en las pasarelas, a más de seis pisos de altura, también cortaron tuberías y se adentraron en túneles hasta dar con una alcantarilla en el exterior del correccional.
Además, para evitar al máximo que notaran su fuga, los reclusos colocaron ropa bajo las sábanas para simular que seguían dormidos. Los funcionarios de la prisión los vieron por última vez en el recuento de las diez y media de la noche. A las cinco y media de la madrugada descubrieron el boquete, un agujero cuadrado en la pared de acero, a la altura del suelo, detrás de la cama.
Los responsables de la prisión investigan si Matt y Sweat usaron herramientas pertenecientes a la cárcel o les fueron proporcionadas por equipos que trabajan temporalmente en las instalaciones. La otra incógnita es cuánto duró la preparación de la huida o si apostaron toda su suerte en un único intento.
Los reclusos
Richard Matt, ya se había fugado, en el año de 1986, de una prisión. En la actualidad está condenado a 25 años de prisión por el secuestro, descuartizamiento y asesinato de su jefe en 1997.
David Sweat, de 34 años, cumplía condena por el asesinato en primer grado de un alguacil en 2002 que le valió la cadena perpetua.
Ambos han sido descritos por las autoridades como “extremadamente peligrosos”.
La recompensa
La policía de Nueva York trabaja con el FBI y los responsables de la prisión para dar con los reclusos en la región de Dannemora, también conocida como la “pequeña Siberia”, al norte de Nueva York.
Más de 200 agentes rastreaban este fin de semana la zona con la ayuda de sabuesos, helicópteros y cierres de carreteras, buscando a los dos prófugos en las montañas y en la única autopista que conecta la región con Canadá.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, calificó la fuga como “realmente extraordinaria”. Tras visitar las instalaciones del correccional, afirmó que la prioridad es encontrar a los presos fugados.
Para ello, se han distribuido fotografías de los reclusos con detalles de su altura, peso y tatuajes significativos. Como el “Mexico Forever” que se lee en un brazo de Matt.
El día de hoy, el gobernador anunció una recompensa de cien mil dólares para la persona que proporcione información que ayude a la captura de dos reos que escaparon.
“Tenemos una serie de pistas, pero nada nos conduce a la conclusión de dónde se encuentran”, reconoció en teleconferencia de prensa el gobernador Cuomo, quien visitó la prisión para conocer la ruta de escape.
El dúo dejó un breve mensaje a la policía: “Que tengan un buen día”, escrito en un pedazo de papel con el dibujo de una carita feliz.
Con información de El País y Notimex
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