Biden rompió su silencio sobre Navy, una de sus nietas, ante las críticas de los republicanos que le reprochan no atreverse a reconocerla
La pequeña Navy Joan Roberts, de 4 años, es la séptima y hasta ahora la menos conocida nieta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien por primera vez rompió su silencio sobre ella, ante las críticas de los republicanos que le reprochan no atreverse a reconocerla.
La niña es hija de Hunter Biden, el vástago más polémico del presidente, y de Lunden Roberts, una mujer de Arkansas a la que conoció cuando luchaba contra su adicción a las drogas.
Hasta ahora, ni el mandatario ni Hunter Biden han hablado públicamente sobre Navy, pese a que el presidente es conocido por estar muy unido a sus otros seis nietos e incluso haber llegado a afirmar a la prensa que se vuelve “loco” por ellos.
En declaraciones a la revista People, Joe Biden apuntó que su hijo y Lunden “están trabajando juntos para fomentar una relación que es en el mejor interés de su hija, preservando su privacidad”.
En alusión a las críticas de los republicanos, el mandatario indicó que “esto no es un asunto político, es un asunto familiar”.
“Jill (Biden) y yo solo queremos lo mejor para todos nuestros nietos, incluida Navy“, dijo.
Estas declaraciones han salido al paso dos días después de que uno de los candidatos favoritos a hacerse con la nominación republicana a la Presidencia del país, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, asegurara que Biden “no habla de visitar a su nieta en Arkansas o incluso admitir que existe”.
Medios próximos a los republicanos han llegado a tachar el demócrata de “hipócrita” por supuestamente intentar borrar a Navy del árbol genealógico familiar, e incluso prensa más progresista ha llegado a lamentar que el presidente no hable de su séptima nieta.
El caso es que Lunden y Hunter se han enfrentado en los tribunales por la paternidad de la niña: En 2019 la Justicia estableció, pese a que Hunter lo negaba, que la niña era suya, lo que quedó corroborado por un test de ADN.
En enero de 2020, Hunter Biden aceptó pagar la manutención de la pequeña a su madre de manera retroactiva hasta noviembre de 2018, pero el caso no quedó zanjado hasta junio, ya que Lunden acusó a su expareja de desacato de las órdenes judiciales y no fue hasta el mes pasado que llegaron a un acuerdo para que él abone cierta cantidad cuya cifra no se ha hecho pública.
Hunter Biden tiene otros cuatro hijos -Naomi, de 29 años; Finnegan, de 23 años; y Maisy, de 22 años-, fruto del matrimonio con su exesposa Kathleen Buhle, y otro hijo, Beau Jr, de tres años, con su pareja actual, Melissa Cohen.
El mandatario tiene otros dos nietos, Natalie, de 18 años, y Robert “Hunter” Biden II, de 17 años, de su fallecido hijo Beau y su pareja, Hallie.
El presidente tiene una relación tan cercana con sus nietos, que incluso una de ellos, Naomi, se casó en la Casa Blanca en noviembre de 2022.
De acuerdo a The New York Times, Navy sabe que su padre es Hunter Biden y que su abuelo paterno es el presidente de Estados Unidos.
Ella habla a menudo de ellos, aunque por lo menos a fecha del 1 de julio todavía no los había conocido y se desconoce si los ha podido conocer después.
El bien más preciado que tiene de su padre, que ha desarrollado una carrera paralela como pintor, son algunos cuadros de él, en virtud del acuerdo judicial alcanzado el mes pasado por sus progenitores.
Sea como fuere e independientemente de cómo se lleven sus padres, lo cierto es que tras el comunicado de hoy de su abuelo Navy será considerada sin tapujos como la séptima nieta de Joe Biden.
Con información de EFE