El papa Francisco llegó a un evento en silla de ruedas, ante el fuerte dolor que sufre en la rodilla derecha y por el que ha recibido infiltraciones
El papa Francisco utilizó una silla de ruedas para llegar al aula Pablo VI del Vaticano para la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), pues los fuertes dolores en la rodilla derecha que le han impedido caminar para reunirse con las participantes.
El papa llegó en silla de ruedas empujada por uno de sus asistentes, como se observa en las fotos que las participantes en la audiencia publicaron en redes sociales.
El dolor de rodilla no da tregua a Francisco, que este miércoles volvió a pedir perdón por no poder saludar a los fieles en la audiencia general y afirmó que esperaba que se le pasara pronto. Las imágenes durante la audiencia mostraron al papa argentino poniéndose de pie y caminando con enorme dificultad y con la ayuda de dos personas.
Como él mismo también desveló recientemente, el médico le había aconsejado que no caminara en estos días y asimismo explicó en una reciente entrevista que iba a recibir infiltraciones para mitigar el dolor.
En las últimas semanas ha suspendido su agenda algunos días para someterse a pruebas médicas y este problema le obligó a no poder oficiar algunos ritos durante la pasada Semana Santa.
A principios de abril, durante su viaje apostólico a Malta, no pudo bajar las escaleras del avión por primera vez y recurrió a un elevador.
Según algunos medios, si no resuelve la situación se piensa en una operación, aunque será el último de los remedios.
Pero estos problemas de movilidad del papa preocupan ante los próximos viajes que deberá afrontar como el de Líbano a mediados de junio o el de primeros de julio a República Democrática del Congo y Sudan del sur o Canadá a finales de ese mes.
Con información de EFE