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Pandilleros emplazan a una colonia entera a abandonar sus casas en Honduras

En diversas camionetas, habitantes de la colonia Reparto Lempira, en San Pedro Sula, Honduras, trasladaron el día de ayer sus pertenencias luego de que recibieran, por parte de la “Pandilla 18”, un ultimátum, donde exigían que, en un término de 24 horas, los pobladores desalojaran sus viviendas.

Los vecinos afectados manifestaron al medio local El Heraldo que, mediante una nota, los grupos amenazaron de muerte a quienes no vacíen sus casas y se vayan de la zona.

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La nota. Foto de La Prensa de Honduras.

“Tenemos hijos. Todos tenemos hijos y nuestras casas son producto del sacrificio de toda una vida”, así relataba una angustiada vecina. La señora, quien se entrevistó con El Heraldo bajo condición de anonimato, pidió a las autoridades policiales ayuda para que los habitantes de la zona no se sigan yendo del lugar, en el que por más de 20 años ha sido su hogar.

“Aquí estamos con miedo y queremos que la presencia militar venga ahora. Necesitamos la seguridad, que nos respalden porque aquí corremos un gran peligro”, solicitó.

En tanto, el portavoz de la Secretaría de Seguridad federal, Leonel Sauceda, indicó que “se estarán haciendo las operaciones pertinentes y enviarán presencia policial para brindar seguridad a la colonia”.

“Se estará haciendo un trabajo de coordinación para darle confianza a los vecinos de la zona” y que puedan vivir con tranquilidad”, aseguró Sauceda.

De acuerdo con las autoridades, en San Pedro Sula son decenas de colonias las que están sitiadas por pandilleros que se dedican a la venta de droga y otros ilícitos. En muchos conteos, además, se señala a la ciudad como la más violenta del mundo.

La Pandilla 18

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Foto de La Prensa de Honduras.

Dicha agrupación luce una vestimenta similar a la que lucía Al Capone, el mafioso más grande de Italia, utilizando dicha indumentaria para romper los patrones racionales. Se fundó la Mara 18, en la ciudad de Rampart, Estados Unidos, en 1960.

Los iniciadores de esta organización criminal fueron ciudadanos mexicanos que establecieron la figura de la Virgen de Guadalupe y al revolucionario Emiliano Zapata como su carta de presentación.

Dicha organización llegó a Honduras, en 1989, registrando sus primeras apariciones en la colonia El Pedregal de Comayagüela. Sin embargo, fue entre 1992 y 1994 que empieza su crecimiento con las constantes deportaciones desde el país del norte, por lo que, al tocar el suelo del país catracho, se movilizaron a diferentes sectores para comenzar a establecer sus “clicas” o “barrios”.

Tras la fundación en Estados Unidos, y como gran rasgo distintivo de otras pandillas callejeras, “La 18” permitió el ingreso de asiáticos, salvadoreños y mexicanos, grupos que en ese entonces eran las principales víctimas de discriminación racial y religiosa. Ello permeó en otras pandillas, quienes tenían una tipología específica para la membresía a su “clica”, y comenzaron a aceptar, entre sus filas, a ciudadanos de otras nacionalidades.

Dejando los trajes de mafiosos, llegan a Honduras con pantalones flojos, camisetas con el número 18, pañuelos en la cabeza o gorras de visera plana, así como un rosario en su cuello. Los jóvenes, en su gran mayoría deportados de EStados Unidos, llegan implementando las enseñanzas de sus líderes en Estados Unidos. “Donde vayas llevarás al barrio contigo”, es la principal regla que deben cumplir estos pandilleros.

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Foto de Vice.

Por esa razón, llegan a los barrios y colonias con la mentalidad de generar una subdivisión (una “Clica”), o si ya estaba establecida, llegaban para presentarse e integrarse a ella.

De acuerdo a autoridades hondureñas, la mayoría de los cabecillas de esta pandilla vienen de hogares normales, de padres que no eran pandilleros. Sin embargo, desarrollaron niveles de violencia sorprendentes.

A diferencia de ellos, sus hijos nacidos al interior de esta organización ahora son pandilleros más sádicos, quienes carecen de principios, valores, no se les inculcan sentimientos de respeto ni sensibilidad humana y por eso son más violentos, comentó un especialista en el tema de pandillas.

Con información de El Heraldo de Honduras