La OMS advirtió que los refugiados ucranianos que llegan a Polonia lo hacen en condiciones de gran fragilidad para su salud mental
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que medio millón de los 2.1 millones de refugiados de Ucrania que han llegado a Polonia necesitan atención de salud mental y que 30 mil de ellos sufren enfermedades mentales graves, por lo que se requiere un esfuerzo particular en este ámbito y el despliegue de medios para prestarles apoyo psicológico y psiquiátrico.
Los refugiados que siguen llegando a Polonia y otros países vecinos de Ucrania lo hacen en condiciones de gran fragilidad, dijo en una videoconferencia desde Polonia la representante de la OMS en ese país, Paloma Cuchi.
“Lo que más vemos son refugiados que llegan a la frontera deshidratados, descompensados, con problemas de salud mental, una fuerte carga emocional, pero también casos de personas con fiebre, neumonía o diarrea “, precisó.
A su llegada a Polonia los refugiados muestran signos de viajes que en muchos casos han durado días, en los que han pasado frío, han estado mal alimentados y mal hidratados, y en malas condiciones de higiene.
“Los refugiados llegan después de travesías muy difíciles y peligrosas, los niños han viajado por dos o tres días y las personas mayores no han tomado sus medicinas por días, lo que puede generar complicaciones de diabetes, hipertensión y otras afecciones”, explicó la representante de la OMS.
Según Cuchi, dos tercios de los refugiados que llegan a Polonia manifiestan su intención de quedarse en ese país por su cercanía a Ucrania, adonde esperan retornar tan pronto como la situación lo permita.
Agregó que la OMS esta esbozando escenarios que podrían implicar “un número masivo de personas que llegan a Polonia al mismo tiempo si la situación (en Ucrania) empeora rápidamente”.
Esto implicaría un aumento repentino de la demanda de servicios esenciales de salud y medicamentos, incluidos para madres y niños, VIH, tuberculosis o pacientes con enfermedades crónicas, sostuvo.
Con información de EFE