La nota de Brasil bajó por el incremento de gastos públicos, la falta de acuerdos políticos y las investigaciones por corrupción
La agencia Moody’s Investors Service bajó la nota de Brasil a Baa3 desde el Baa2, dejándola en una perspectiva estable, por la cual no se prevé que cambie en el próximo año; anteriormente se encontraba en negativa.
La calificadora dejó a Brasil en una categoría especulativa debido a que el país sudamericano está en riesgo de perder su grado de inversión, a causa de las investigaciones de corrupción, principalmente contra Petrobras.
Esta nueva calificación se genera después de que hace dos semanas, Moody’s confiaba que Brasil podría dar un vuelco en el crecimiento a pesar de las investigaciones de corrupción, lo que tiene en vilo a inversionistas y políticos.
“Incluso pese a que Moody’s espera que el ambiente económico siga siendo pobre y las dinámicas políticas se mantengan relativamente inestables en el 2015 y 2016, la agencia de calificación no espera actualmente un deterioro tan grave en las métricas de deuda como para amenazar el grado de inversión de Brasil”, afirma Moody’s.
Otra de las razones del descenso de la calificación es el incremento de gastos públicos, la débil economía y la falta de acuerdos políticos en el ajuste fiscal, impulsado por la presidenta Dilma Rousseff.
Por su parte, el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, alertó a Rousseff sobre aplicar las medidas de austeridad, debido a que el Congreso está aprobando varios gastos, lo que podría decantar que el gigante sudamericano se convierta en la “nueva Grecia”.
“Si Brasil pierde su grado de inversión, los inversores no regresarán y el país pronto podría convertirse en una nueva Grecia”, afirmó el vicepresidente.
Con información de Reuters