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Mexicano se esconde en iglesia de EE.UU. para evitar deportación
Foto de Milenio

Tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, Javier Flores, mexicano indocumentado, se refugió en un sotano de una iglesia en Filadelfia como un acto contra las probables deportaciones.

Javier ha sido deportado cuatro veces a México, por lo que ya no está dispuesto a dejar de nuevo a su esposa y tres hijos en ese país.

El pasado 13 de noviembre venció el plazo que le otorgó la autoridad migratoria para ser deportado. Flores confiaba que le otorgaran la visa U, el cual es entregado a aquellos migrantes que sufren lesiones físicas o psicológicas, además de colaborar con la policía.

En 2004, el migrante fue asaltado con violencia por otros dos mexicanos en Filadelfia, por lo que colaboró con la policía para procesar a los presuntos delincuentes, lo que lo hizo candidato a la visa U que sirve para permanecer en Estados Unidos.

Al no recibir la visa, Javier se esconde en la iglesia Arch Street United Methodist hasta tener una respuesta, donde es acompañado por su hijo de cuatro años.

“Me siento a veces un poco desesperado, porque todo el tiempo estoy trabajando para sacar adelante a mis hijos. Ahora, desgraciadamente, estoy en una situación en la que me entregaba o seguía peleando. No podía dejar a mis hijos, ellos (la autoridad) quieren dividir a una familia, pero yo sé que tengo un buen caso y aquí estaré no sé cuánto tiempo”, señaló.

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Foto de Milenio

Flores es originario de Toluca, Estado de México, y cruzó la frontera por primera en 1997, desde entonces ha trabajado principalmente en la jardinería, aunque su vida como indocumentado no es tranquila, pues vive en constante acecho.

“Yo entiendo sus leyes, no he hecho nada malo, solo trabajar para mi familia… no me estoy escondiendo, saben dónde estoy y lo que he hecho en este país, por eso me están considerando para la visa U, pero no lo quieren reconocer”, explicó.

Javier tiene un un localizador GPS en su tobillo derecho, el cual le recuerda reportarse con los oficiales migratorios y que le fue colocado luego de cumplir cerca de un año y medio detenido, pues en mayo de 2015 fue detenido por agentes de inmigración afuera de su casa y no ha podido regresar al sur de Filadelfia.

Señaló que su hijo ha sido diagnosticado con cuadros de ansiedad, mientras que su hija de 12 años ha intentado suicidarse.

El reverendo Robin Hynicka ha apoyado al mexicano, pues la congregación ayuda a personas sin hogar, pero relató que no habían protegido a alguien que pudiera ser deportado.

“Cuando escuché su historia, no me podía negar a ayudarlo; se trata de alguien que está luchando por su familia, por el amor; es alguien honesto y no podemos permitir que el gobierno siga dividiendo familias”, indicó el reverendo.

Con información de Milenio