Esta competencia tiene disciplinas deportivas poco ortodoxas, como la cacería de águilas y el lanzamiento de hueso
Kirguistán, en el centro de Asia, es sede de los Juegos Mundiales Nómadas, una competencia en la que los jugadores de polo se olvidan de los mazos y en su lugar intentan atrapar el cadáver de una cabra.
Los Juegos, inaugurados el pasado sábado en el espectacular altiplano en el este de Kirguistán, reúnen a atletas de 40 países, incluyendo a Rusia y Estados Unidos, con fuertes tradiciones nómadas.
Los Juegos Mundiales Nómadas tienen disciplinas deportivas poco ortodoxas, como la cacería de águilas y el lanzamiento de hueso. Uno de los eventos principales de la justa es la competencia de monta a caballo, conocida como Kok-boru, que data de las épocas en las que los hombres solían cazar a los lobos que asechaban a su ganado.
También se prevé una feroz competencia en “lucha de vara”, en la que dos competidores intentan obtener el control de una pequeña vara.
Redacción