Elecciones 2024
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La ultraderecha avanza en la Unión Europea, con la mirada puesta en las elecciones europeas de junio
Foto de Christian Lue en Unsplash

Ganan presencia en las calles y en gobiernos europeos posturas de extrema derecha: Un año después de la llegada al poder de la italiana Giorgia Meloni, el neerlandés Geert Wilders ganó las Legislativas en otro de los países fundadores de la Unión Europea, dónde en apenas seis meses las elecciones europeas servirán para medir su fuerza global en el club de los 27.

Las próximas elecciones al Parlamento Europeo se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024, y a las urnas está dispuesto a ir el 68 % de los europeos, nueve puntos porcentuales más que en las anteriores, según el último barómetro que no mide intención de voto.

Pero sondeo tras sondeo se detecta el avance de la ultraderecha que sueña con cambiar los equilibrios políticos en la UE y que es segunda fuerza en Francia o Alemania, motores del club comunitario.

Cabalga sobre la antiinmigración y contra las políticas de Bruselas y a favor de la seguridad y la soberanía, pero está lejos de hacerlo unida, como se ve en el Parlamento Europeo (PE), dónde se reparte en dos grupos:

Identidad y Democracia (ID), con 73 miembros, es el quinto grupo en el PE, con la Liga italiana de Matteo Salvini, el Rally Nacional de la francesa Marine Le Pen y la AfD de Alemania.

Los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), con el español Vox, el PiS polaco o los Hermanos de Italia de Meloni, tiene 62 escaños y son el sexto grupo político de los siete del PE.

Y en no inscritos está Fidez, del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, tras salir del mayoritario Partido Popular Europeo (PPE).

La ultraderecha está en gobiernos de cinco países de la UE -Italia, Hungría, Eslovaquia, Finlandia y Letonia-, y en Suecia presta apoyo parlamentario al actual Ejecutivo.

Pero tiene cero representación parlamentaria en otros cinco países -Croacia, Irlanda, Lituania, Luxemburgo y Malta-, y perdió terreno en las últimas elecciones en España y Polonia, donde el liberal Donald Tusk es primer ministro tras dos legislaturas del PiS.

Efecto Meloni

En Italia 2023 fue el año de la consolidación del gobierno más derechista que se recuerda, el de Meloni, que llegó al poder en octubre de 2022 coaligada con la Liga y la conservadora Forza Italia.

Meloni, que prometía mano dura, se topó con la realidad y gestionó el flujo migratorio buscando el favor de Bruselas.

La sacudida de Wilders

Wilders puso cara de no creérselo ni él cuando el recuento de las urnas situaron al Partido de la Libertad (PVV) en cabeza, pero es incapaz de formar gobierno sin alianzas, cuya formación se resiste.

Llegó prometiendo cerrar fronteras a solicitantes de asilo o eliminar trabas para nuevas viviendas. Pero la mayoría de sus votantes no apoyan sus opiniones más radicales: prohibir el Corán, cerrar mezquitas o un referéndum para abandonar la UE.

Fico, la resurrección del populista eslovaco

El populista Robert Fico logró con su discurso antiinmigración y prorruso triunfar en las elecciones de septiembre y liderar el gobierno por cuarta vez, en alianza con el ultranacionalista SNS que cambió la política de Bratislava hacia Kiev, lo que motivó la expulsión de su formación del Partido Socialista Europeo (PSE).

Orbán, el veterano

En Hungría, el ultranacionalista Orbán, el jefe de Gobierno que más tiempo lleva en el poder (desde 2010) en la UE, continuó su demagogia euroescéptica y ganó protagonismo con amenazas de vetar el apoyo militar y financiero de la UE a Ucrania, al tiempo que presumía de vínculos con Rusia. Orbán acusa a Bruselas de “castigar” a su país por sus políticas soberanas y contrarias a la inmigración.

Le Pen, cogiendo vuelo

En Francia, la ultraderecha de Le Pen es, desde junio de 2022, la principal fuerza de oposición al Gobierno de Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional, lo nunca visto desde la instauración de la V República en 1958, y lidera los sondeos para las europeas de junio.

Le Pen lleva años tratando de ‘suavizar’ la imagen del RN para favorecer sus posibilidades electorales, algo que los analistas consideran que está funcionando, pero en el último año aumentó la violencia de grupúsculos más a la derecha, algunos abiertamente neonazis.

¿El momento de Alice Weidel?

Liderada por Alice Weidel, casada con una mujer de origen de Sri Lanka, y Tino Chrupalla, la AfD alemana defiende propuestas xenófobas, islamófobas y antisemitas y ha hecho del rechazo a la inmigración su principal bandera, y es contraria a sancionar a Rusia y a ayudar a Ucrania.

Es segunda en intención de voto, con el 22 % de apoyos como media. Está presente en 14 de las 16 cámaras regionales. Para las elecciones de 2025 barajan concurrir con un cabeza de lista.

Envidiando a Milei

“¡Los vientos de cambio son fuertes en Europa! Viva Vox”, tuiteó Orbán tras conversar con el líder del partido ultraderechista español, Santiago Abascal, en Buenos Aires sobre las elecciones europeas. Ambos coincidieron en la toma de posesión del libertario Javier Milei como presidente de Argentina.

Pero Vox perdió fuelle en las elecciones legislativas del 23 de julio, al pasar de 52 a 33 diputados, aunque a nivel regional, provincial y local gobierna en coalición con el PP.

Vox estuvo tras algunas manifestaciones violentas en España en contra del Ejecutivo de Pedro Sánchez y de la ley de amnistía, pactada por los socialistas con los independentistas catalanes para poder formar Gobierno.

También en noviembre se vivieron en Dublín los disturbios más violentos en décadas protagonizados por una minoría xenófoba manejada por la ultraderecha, tras varios apuñalamiento en la capital irlandesa.

Con información de EFE