El joven boliviano decidió correr detrás de un avión en plena pista de despegue. El vuelo que perseguía ni siquiera era el suyo
Hace unos días la noticia que un hombre había perseguido un avión que estaba por despegar en el Aeropuerto de Barajas en Madrid le dio la vuelta al mundo. Ahora conocemos por qué lo hizo.
César Saucedo es un boliviano de 24 años que vive y trabaja en Albacete, España. Saucedo tenía un vuelo programado hacia Las Palmas, donde visitaría a su madre que llevaba un año sin poder ver.
El joven saltó casi dos metros de una terminal aérea y empezó a correr hacia un avión de Ryanair rumbo a Las Palmas en plena pista de aterrizaje. La parte que desconocíamos de la historia es que Saucedo estaba persiguiendo un vuelo que no era el suyo.
El joven boliviano se encontraba despistado en pleno aeropuerto. Escuchó por la megafonía algo sobre una última llamada a algún destino y creyó escuchar Gran Canaria, pero no era el caso.
Antes de tomar la riesgosa decisión de saltar y perseguir un avión, no se dio cuenta que otros pasajeros estaban haciendo fila esperando para abordar el vuelo que partiría a Gran Canaria, el vuelo del que era pasajero Saucedo y no al que persiguió.
Los familiares han agradecido la comprensión por parte de las autoridades españolas con Saucedo. Después de su aventura al estilo 007 por las pistas del Aeropuerto de Barajas, autoridades regresaron al pasajero a la zona de embarque.
Poco tiempo más tarde, estaba volando rumbo a Gran Canarias para ver a su madre, quien no veía hace un año y no se podía permitir perder el vuelo para verla. Saucedo trabaja en una cadena de comida rápida en Albacete y llevaba mucho tiempo ahorrando para el viaje, afirmó.
“Lo curioso, si se le puede llamar así, es que la única razón por César lo hizo fue porque pensó que estaba a punto de perder su vuelo, y corrió como un loco hacia uno que no era suyo”, apunta un familiar .
Las autoridades españolas no acusaron al joven de incumplimiento ni de haberse saltado controles de seguridad, solo se enfrenta a una sanción administrativa.
A su llegada a Gran Canaria, la Guardia Civil le pidió sus documentos y pudo irse a pasar algunos días de descanso con su madre, a la que no veía en un año.
Con información de ABC