La cumbre del G-20 provocó que los habitantes de la ciudad china de Hangzhou recibieran la semana libre, por lo que abandonaron la urbe
La ciudad china de Hangzhou ha sido calificada como un “pueblo fantasma”, y todo a causa de la cumbre del G-20.
La reunión de los líderes mundiales ha convertido a Hangzhou en todo menos una ciudad china de siete millones de habitantes, pues ahora se puede caminar y circular por sus calles sin problema alguno, a diferencia de un día normal, cuando las vialidades están atiborradas.
Así, las comitivas oficiales que acompañan a los presidentes se han sorprendido al encontrarse con una ciudad silenciosa y solitaria, y todo porque las autoridades han decidido darle la semana libre a todos sus habitantes.
Asimismo, los vecinos de la zona donde se llevará a cabo la cumbre con los mandatarios de los 20 países más desarrollados del mundo han sido instados a salir de la ciudad, por lo que la sensación de abandono es incluso mayor ahí.
“Usted debe venir un día común y verá que no se puede andar por las calles”, comentó el empleado de uno de los pocos restaurantes que siguen abiertos.
Finalmente, la situación es aún más extrema en las inmediaciones del Wyndham Grand Hotel, donde la seguridad ha sido reforzada y solo se puede pasar si se es periodista o miembro de alguna comitiva oficial. En este hotel se hospeda la mayor parte de los presidentes.
Con información de La Nación