La tormenta convirtió las verdes colinas de las islas en barrancos de tierra y arrasó inmuebles
Con los puertos reparados y el tiempo despejado tras el paso del huracán Irma, las autoridades caribeñas enviaban el lunes más ayuda y preparaban más evacuaciones en las remotas islas del Caribe devastadas por el meteoro que tenía categoría 5 cuando golpeó la zona.
Al menos 34 personas murieron en Cuba, Anguilla, Barbuda, San Martín, una isla dividida entre Francia y Holanda, San Bartolomé y en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y en las británicas. Entre las víctimas había un niño de dos años arrastrado por la corriente cuando el agua inundó su casa.
Entre los muertos hubo 10 en Cuba, cuya costa norte fue arrasada por la tormenta. Los medios estatales de comunicación dijeron que la mayoría de ellos murieron en La Habana, donde Irma empujó el agua de mar hasta barrios habitados por familias.
La tormenta convirtió las verdes colinas de las islas en barrancos de tierra y arrasó inmuebles, antes de anegar gran parte de la costa de Cuba, incluso el emblemático Malecón de La Habana.
Al este, en las Islas de Sotavento, conocidas por ser destino habitual de los ricos y famosos, muchos criticaron a los gobiernos por la lentitud de su respuesta al desastre. El huracán arrasó muchas ciudades y despojó a las colinas exuberantes de su color verde para dejarlo con rastrojos color marrón.
Los residentes reportaron escasez de comida, agua y medicamentos, y muchos se quejaron de saqueos.
El gobierno de Estados Unidos dijo que el lunes enviará un avión para evacuar a sus ciudadanos de una de las islas más afectadas, San Martín. Los desalojados fueron advertidos de que podrían encontrarse con largas filas y falta de agua corriente en el aeropuerto.
Redacción