Dennis Erickson, de 69 años, murió a finales del año pasado y dejó su casa con una enorme colección de vehículos a escala
Dennis Erickson de 69 años, murió a finales del año pasado y dejó su casa con todo y el contenido a una iglesia en Minnesota.
Cuando Lisa Lundstrom, directora financiera de la iglesia en Lakeville, Minnesota, fue a inspeccionar la propiedad, quedó sorprendida. “Me quedé sin aliento cuando entré. Sigo un poco abrumada” agregó. “Está de locos”.
Lisa comenta que al entrar a la propiedad, se encontró con estantes que contenían autos a escala que ocupaban todo el lugar, el vestíbulo, la cocina, sala de estar, dormitorios. “Literalmente desde el suelo hasta el techo de cada habitación “.
Dennis Erickson había coleccionado más de 30 mil automóviles y los acomodaba en estantes sobre las paredes de todos los pasillos, incluso cubriendo el cuarto de lavado y el baño de su hogar. La colección incluía un Ford Edsel 59 y un Rambler 66 tamaño completo.
“Quiero decir, nos la pasábamos encontrando autos”. Lundstrom comentó.
Semanas más tarde, en su búsqueda, ella encontró que Dennis, ingeniero civil, tenía una de las colecciones más grandes del mundo en los últimos 60 años, y que había comenzado con su colección a los 9 años de edad.
Cada día a lo largo de su vida, Erickson compró más de un auto por día. De hecho, días después de su muerte, el 3 de diciembre, los coches seguían llegando.
Lundstrom afirma que “era su pasión” y que “él podía sentarse y pulir los autos cada día”
Erickson era hijo único y vivía en casa con sus padres hasta que ambos murieron. Él jamás se casó ni tuvo hijos.
“Él no tenía familia, así que hicimos el funeral en la iglesia, ya que él era como de nuestra familia”.
Ahora, su familia de la iglesia, celebra la pasión de un hombre que también guarda miles de catálogos de automóviles.
Lundstrom menciona que “cuidaba mejor de cada uno de los autos pequeños, de lo que la gente cuida sus propias vidas”.
Su amigo Glenn Lindell, con quien compartió una vez un memorable viaje por carretera, fue considerado en su testamento, dejándole el auto Bonneville 77, en el que ambos habían viajado.
“Realmente fue una sorpresa” comentó Lindell cuando recogió el Bonneville, sin embargo comentó que “le estaba muy agradecido”.
Lundstrom está cotizando la colección y continúa trabajando en lo que podrían hacer. “Si trato de venderlos por pieza, el resto de mi vida será como la de Dennis” dijo.
El pastor de la iglesia, Derrick Ross, comenta “Creo que usando este regalo que Dennis nos dejó para impactar a futuras generaciones, es exactamente la manera en la que a él le hubiera gustado que fuera”.
A Lisa Lundstrom le gusta pensar que el nuevo hogar de Erickson en el cielo es una casa repleta de autos.
Con información de Daily Mail