Los familiares del hombre aseguraron que el Papa se encuentra atento a que se esclarezca el caso de Santiago Maldonado
El Papa Francisco visitó a la familia de Santiago Maldonado, un artesano que se convirtió en emblema de la lucha por los derechos del pueblo Mapuche en Argentina y se unió a la petición de justicia de sus familiares quienes expresaron que esta reunión no tiene tintes políticos sino que se trata de una visita espiritual.
“Fue muy cálido, afectuoso. Emocionante, muy lindo, no pensé que me iba a pegar tanto”, dijo Sergio, hermano de Santiago, visiblemente emocionado. Apenas unos minutos antes había dejado un saloncito de la residencia papal, donde había dialogado con Jorge Mario Bergoglio acompañado de su madre y la esposa de Maldonado.
Confesó que, en vez de hablar, el pontífice quiso escucharlos a los tres. “Le contamos cómo estuvo todo lo que pasó con Santiago. Mi mamá le contó quién era él, qué había hecho, parte de nuestra vida en un resumen de una hora y cuarto”, siguió Sergio.
Esa cercanía es, sobre todo, humana y espiritual. No se habló de posibles acciones a cumplir de parte del Papa. Tampoco se entró en detalles del conflicto Mapuche en el sur de Argentina, por el cual Santiago Maldonado protestaba cuando, tras un desalojo, desapareció. Corría el 1 de agosto pasado. Su imagen, y el reclamo por su aparición con vida, se convirtieron en el emblema. En un país divido y enfrentado.
En la conversación se habló de la causa judicial que intenta esclarecer la muerte de Maldonado. Pero eso ocupó una parte pequeña. El resto corrió por derroteros humanos. “Es muy raro, salimos de ahí aliviados. El hecho de estar junto a él es inexplicable, nunca pensé que nos iba a pasar algo así. Es difícil decirlo con palabras. Espiritualmente a mí me hizo bien”, insistió Sergio.
Confesó que, a raíz de la muerte de su hermano, sintió la necesidad de creer de nuevo. De chico asistió a un colegio católico, pero después se alejó de la Iglesia. Su encuentro con Francisco le reforzó su camino de regreso a la fe. “No es que me hago católico, nunca dejé de serlo”, aclaró.
Afirmó que el Papa está informado sobre todo lo que ocurre en Argentina y, por eso, no fue necesario que le hablasen de la realidad social o política. Estableció que él “es muy medido con las palabras” y “habla lo que debe hablar”. Por eso el que más habló fue Sergio. “Lo usé de confesionario, pero dio palabras muy cálidas y algunas cosas que quedan en la intimidad nuestra para preservar”, dijo.
Deseó que el coloquio con Bergoglio sirva para que el gobierno argentino “recapacite un poco y la sociedad también”. Porque, siguió, “nosotros no estamos en contra de un gobierno porque se nos antoja sino porque lo mataron a Santiago”. El reclamo, subrayó, “no es partidario”.
“Nosotros vamos a seguir exigiendo verdad y justicia siempre. Hasta que se aclare todo. Si dentro de dos años, de seis o de 10, cuando este gobierno no esté y esté otro partido, también le vamos a seguir golpeando la puerta hasta que se aclare. No es que tenemos una bandera política en esto, el reclamo va más allá de eso”, constató.
Sobre el gesto de Francisco, Sergio apuntó: “El hecho que nos haya recibido es algo serio. Por ahí aquellas personas que están en contra del reclamo que estamos haciendo también tomen conciencia y pongan la desaparición seguida de muerte de una persona por encima de lo político”.
La familia Maldonado llegó hasta Roma invitada por la manifestación “Più libri, più liberi” (Más libros, más libres), la feria de las editoriales alternativas más importante de Italia y que este año ha sido dedicada al tema de los derechos humanos. La organización se encargó de costear el traslado de los tres. Sergio disertará el próximo 10 de diciembre en el panel “Cuando olvidar es imposible: los desaparecidos argentinos y las verdades olvidadas” junto con la referente de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, quien fue recibida por el Papa el lunes pasado.
Con información de La Stampa