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El papa envía condolencias por muerte de cardenal en Nicaragua
Foto de Internet

El papa Francisco envió sus condolencias por la muerte del cardenal Miguel Obando y Bravo, arzobispo retirado de Managua en Nicaragua, quien falleció a la edad de 92 años.

Esto en un telegrama enviado al actual arzobispo de esa localidad y también purpurado, Leopoldo José Brenes Solórzano, en el cual Jorge Mario Bergoglio reveló haber recibido “con dolor” la noticia de la muerte.

“Expreso a vuestra eminencia mi sentimiento de pesar, rogando que tenga la bondad de transmitirlo también a los miembros de la sociedad de Don Bosco, a los familiares del difunto prelado y a cuantos forman parte de esa amada arquidiócesis”, indicó el mensaje.

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Foto de La Prensa

“Asimismo, recordando a este abnegado pastor que, durante años y con generosa fidelidad, entregó su vida al servicio de dios y de la Iglesia, ofrezco sufragios por el eterno descanso de su alma, para que el señor Jesús le otorgue la corona de gloria que no se marchita y a todos imparto la bendición apostólica”, añadió.

Obando y Bravo falleció en la madrugada del pasado domingo. Nacido el 2 de febrero de 1926 en el municipio de La Libertad, provincia de Chontales, centro del país.

Procedente de una familia campesina, tras realizar sus estudios eclesiásticos fue ordenado sacerdote de la Orden Salesiana el 10 de agosto de 1958 y obispo el 31 de marzo de 1968.

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Miguel Obando y Bravo. Foto de internet

En febrero de 1970 fue elegido arzobispo de Managua y el 25 de mayo de 1985 fue ordenado cardenal por el fallecido Papa Juan Pablo II, en Roma, convirtiéndose entonces en el único cardenal de Centroamérica.

Obando fue una figura controversial durante la dictadura de Anastasio Somoza y en el primer régimen sandinista (1979-1990). En el período de la revolución contra Somoza tuvo una posición neutral que fue criticada.

Su papel de mediador contribuyó, durante este período, a la liberación de varios dirigentes sandinistas encarcelados por el régimen de Somoza, como fue el caso de Daniel Ortega (1974), en el asalto a la vivienda de un ministro, en diciembre de 1974, ó en la toma por los sandinistas del Palacio Nacional, en agosto de 1978.