Robert W. Patterson, administrador de la DEA, rechazó que haya evidencian de la participación del narcotráfico en el proceso electoral
El administrador de la agencia Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Robert W. Patterson, afirmó que hasta el momento no se ha detectado la presencia de dinero del narcotráfico en el proceso electoral mexicano.
El funcionario añadió que en caso de que un político o exgobernador mexicano vinculado a la delincuencia organizada cae en su país, será sancionado severamente. Consideró que su crimen es peor que la de los propios narcotraficantes, pues destruyen la confianza ciudadana en las instituciones.
Durante una entrevista, señaló que EE.UU. tiene un problema importante de demanda de drogas, por lo que cada vez son más los grupos dedicados al tráfico de estupefacientes, si bien su mercado se ha acotado por el trabajo coordinado entre los dos países.
Sobre la posibilidad de un cambio en la política de combate al narcotráfico con la llegada de un nuevo gobierno, se mostró despreocupado por la posibilidad. Explicó que cualquier gobernante puede cambiar una estructura o remover funcionarios, por lo que su deber es trabajar con instituciones.
En cuanto a la posible amnistía a criminales, como propone López Obrador, señaló que es una decisión enteramente nacional y que son decisiones que deben tomarse para el beneficio de su país. Recordó, no obstante, el caso de Colombia, donde la medida representó varios beneficios, así como problemas.
Patterson lamentó casos como el del exfiscal de Nayarit y los excolaboradores de Coahuila, involucrados en el tráfico de drogas, señalando que cualquier organización que genere una falta de confianza entre los ciudadanos debe investigarse inmediatamente.
“Esa persona es igual de responsable que quien traficó una tonelada de cocaína. No se les trata diferente y no deberían recibir ninguna clase de beneficios especiales. Me parece que los funcionarios públicos que cometen este tipo de violaciones a la ley son peores que los criminales. Los ciudadanos de cada país deberían poder confiar en el sistema”, comentó.
El funcionario también rechazó la noción de Trump de que el muro fronterizo pueda acabar con el tráfico de drogas. No obstante, señaló que el reforzar las fronteras es algo que vale la pena.
“Los cárteles son genios y continuamente están trabajando en encontrar formas (de seguir traficando). Vale la pena trabajar para reforzar las fronteras. Cualquier cosa es mejor que nada. No creo que eso termine con el problema de las drogas”, dijo.
Añadió que actualmente su mayor preocupación es el Cártel Jalisco Nueva Generación, además de que el objetivo principal del combate a las drogas ya no son los líderes, pues al quitar a una persona de la organización siempre existirá otra que tome su lugar.
Finalmente, en cuanto a la legalización de la mariguana en México, dijo que no cree que sea realmente la solución para el país, poniendo por ejemplo lo que ha ocurrido en Estados Unidos desde que varios estados la legalizaron.
“Estamos viendo las consecuencias que nos muestran que está creciendo el abuso de la marihuana en niños, que las ganancias generadas por los impuestos no compensan el costo y que los grupos de la delincuencia organizada continúan controlando la producción. Todo esto que pensábamos que se iba a resolver, no se ha resuelto. Estamos fomentando la investigación de la marihuana para fines médicos, pero fumarla no es medicinal”, concluyó.
Con información de El Universal