El potente ciclón Winston azotó Fiji este fin de semana, dejando atrás un rastro de destrucción y desolación
El domingo, las autoridades en Fiji intentaban evaluar los daños causados por un potente ciclón que golpeó el archipiélago pacífico, el cual causó al menos 20 muertes y derribó cientos de viviendas con sus vientos de hasta 285 kilómetros por hora.
El toque de queda tuvo que ser ampliado hasta el domingo y la Policía tenía autoridad para realizar arrestos sin orden judicial para garantizar el orden. El gobierno respondía con rapidez a los daños, despejando carreteras importantes y reabriendo el principal aeropuerto el domingo.
Las autoridades intentaban restablecer las comunicaciones y el acceso terrestre hacia las zonas más afectadas por el ciclón, por lo que tardaría en conocerse con exactitud la magnitud de los daños, así como el número de heridos.
El ciclón Winston azotó Fiji el sábado y se trasladó hacia el oeste durante la noche a lo largo de la costa norte de Viti Levu. La capital de Fiji, Suva, en la parte sur de la isla, no estaba en la ruta directa del ciclón y se salvó de la mayor intensidad destructiva del temporal.
“Fue una noche horrible. Se podía escuchar el crujir de árboles y postes de electricidad, y el sonido de los remaches cuando techos eran levantados y desgarrados”, afirmó Alice Clements, una vocera de la agencia UNICEF que vive en Suva.
En torno al 80 por ciento de los 900 mil habitantes se quedaron sin electricidad, aunque más o menos una tercera parte tenía energía eléctrica disponible con generadores, reveló el portavoz de la agencia de gestión de emergencias.
Las líneas terrestres de teléfono también quedaron fuera de servicio, aunque sí funcionaban la mayoría de las redes móviles.
Asimismo, Dregaso detalló que 483 personas fueron desalojadas de sus viviendas y permanecían en 32 albergues de emergencia. Se esperaba que la cifra de evacuados aumentara.
Las autoridades urgían a la gente a permanecer dentro de sus casas mientras retiraban árboles y cables caídos. Indicaron que todas las escuelas estarían cerradas durante una semana para realizar la limpieza.
El gobierno declaró el estado de desastre natural durante 30 días, lo que confiere facultades adicionales a la policía para hacer arrestos sin orden judicial en el interés de la seguridad pública.
Por su parte, el aeropuerto reanudó operaciones el domingo para permitir vuelos de emergencia, señaló Dregaso, debido a que muchos fueron cancelados el día anterior.
Redacción