El peso mexicano fue bautizado el año pasado con el apodo de ‘superpeso’ tras registrar una subida récord de casi el 13 por ciento contra el dólar
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, restó importancia a las fluctuaciones que está sufriendo el peso mexicano en las últimas semanas como consecuencia del posible retraso en la disminución de tipos de interés por parte de la Reserva Federal y del aumento de las tensiones en Oriente Medio.
“El tipo de cambio se mueve con shocks y es mucho mejor que se mueva a que se mueva la economía entera”, afirmó en una rueda de prensa.
Lo que ha sucedido en las últimas semanas, y especialmente en los últimos 10 días, explicó, “es que los mercados han estado pensando que la Reserva Federal podría retrasar los recortes de tipos que se esperaban”.
“Esto se debe a la inflación y también a que son el punto fuerte de la economía estadounidense y eso probablemente produzca algunos movimientos, pero yo diría que eso es una parte normal de cómo se establecen los marcos macroeconómicos para que no haya problemas aún mayores”, sostuvo.
Desde una perspectiva más macroeconómica, añadió, “el banco central ha hecho un muy buen trabajo”. “Su política fiscal creemos que es más procíclica este año, y preferiríamos ver algo diferente, pero ya está ahí, aunque esperamos una consolidación considerable hacia 2025”, añadió.
El peso mexicano fue bautizado el año pasado con el apodo de ‘superpeso‘ tras registrar una subida récord de casi el 13 por ciento contra el dólar estadounidense.
El pasado martes, en su última actualización de perspectivas económicas, el FMI rebajó tres décimas la proyección de crecimiento de la economía mexicana para 2024, último año de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, y la situó en el 2.4 por ciento del PIB.
El Fondo también revisó a la baja la previsión de crecimiento del PIB mexicano para 2025, que será del 1.4 por ciento, una décima menos de lo pronosticado en enero.
Las previsiones para los próximos dos años están por debajo del crecimiento del 3.2 por ciento que experimentó la economía mexicana en 2023 e indican una progresiva desaceleración económica.
El FMI atribuyó esta revisión a la baja a que la economía mexicana ha experimentado unos resultados más débiles de lo esperado a finales de 2023 y principios de 2024, que atribuye a la contracción del sector manufacturero.
Además, espera que México endurezca su política fiscal, lo que derivará en un menor crecimiento en 2025.
Con información de EFE