Trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis en EE.UU. iniciaron a primera hora del viernes una huelga para un nuevo convenio colectivo
El sindicato United Auto Workers (UAW) inició este viernes una huelga sin precedentes en el sector del automóvil de Estados Unidos que afecta por primera vez en la historia plantas de los tres grandes fabricantes del país, General Motors (GM), Ford y Stellantis.
DAY 1.
STAND UP.#StandUpUAW pic.twitter.com/yU6fumoMfa— UAW (@UAW) September 15, 2023
Estas son sus claves:
Negociación de un convenio colectivo
Cada cuatro años, UAW y los Tres Grandes de Detroit negocian un convenio colectivo que estipula los salarios, prestaciones sociales y otras condiciones laborales que regirán durante cuatro años.
Este año, las negociaciones se iniciaron en julio pero el sindicato y los fabricantes no han llegado todavía a un acuerdo. El anterior convenio colectivo expiró a las 23:59 h del jueves, por lo que UAW decidió convocar huelgas y presionar a las empresas para forzar un pacto.
Reivindicaciones salariales y mejores condiciones
UAW inició las negociaciones solicitando un aumento salarial del 46 por ciento repartido en los próximos cuatro años.
El sindicato ha razonado que los trabajadores de las tres compañías aceptaron numerosos sacrificios económicos tras la grave crisis del sector en 2008-2009 y posteriormente durante la pandemia.
Desde entonces las compañías han multiplicado sus beneficios a miles de millones de dólares al año, por lo que la UAW considera que es el momento de que distribuyan parte de esa bonanza económica a sus empleados.
La reivindicación salarial no es la única sobre la mesa. UAW también quiere la reducción de la jornada laboral a 32 horas, la reinstauración de pensiones tradicionales y la sindicalización de los trabajadores de las nuevas fábricas de producción de baterías, entre otros puntos.
La oferta de las empresas
Aunque las negociaciones se realizan con una elevada dosis de secretismo, GM y Ford han declarado públicamente que ha ofrecido aumentos salariales del 20 por ciento distribuidos durante el cuatrienio.
El consejero delegado de Ford, Jim Farley, ha dicho que la oferta de su compañía es la más generosa realizada en los últimos 80 años.
En términos similares se ha expresado la consejera delegada de GM, Mary Barra, quien este viernes declaró que la propuesta de su empresa de asumir un aumento salarial del 20 por ciento es “muy competitiva” e “histórica”.
Mecanismos de una huelga sin precedentes
Tradicionalmente, UAW ha centrado su esfuerzo negociador en uno de los tres grandes fabricantes de automóviles con el objetivo de arrancar el acuerdo más ventajoso para los trabajadores y utilizarlo como modelo con las otras dos empresas.
Eso suponía que las huelgas se realizaban en una sola compañía. Durante las negociaciones de 2019, UAW declaró la huelga contra GM. Durante 40 días, 49 mil trabajadores del fabricante cesaron sus actividades, lo que le costó 3 mil 800 millones de dólares.
Esta vez el nuevo presidente de UAW, Shawn Fein, ha cambiado las reglas del juego y ha convocado, por primera vez en la historia, huelgas selectivas al mismo tiempo en algunas de las plantas de producción de las tres empresas.
Fein ha declarado que la estrategia mantiene a las empresas en un estado permanente de duda sobre qué plantas dejarán de operar.
UAW está preparada para prolongar los paros a largo plazo hasta que se atiendan sus reivindicaciones. Para ello cuenta con un fondo de 825 millones de dólares que permitirá pagar 500 dólares a la semana a los trabajadores en huelga para que tengan ingresos el tiempo que dura la protesta.
Las consecuencias de la huelga
De momento, solo una décima parte de los trabajadores de las tres empresas están en huelga, unas 13 mil 500 personas.
Siguiendo las instrucciones de UAW, los empleados de tres plantas de montaje se declararon en huelga a primera hora del viernes: Wentzville, en Misuri, de GM; Toledo, en Ohio, de Stellantis; y Míchigan, en Míchigan, de Ford.
Pero el parón de la producción en estas tres plantas afecta a otras instalaciones que fabrican componentes, por lo que el efecto va más allá de esas tres localidades.
Un informe dado a conocer a mediados de agosto estimó que una huelga de diez días en GM, Ford y Stellantis tendría un costo de 5 mil millones de dólares.
Con información de EFE