Vanderlei Lima le dio la vuelta al mundo cuando fue atacado en plena prueba del maratón de los Juegos de Atenas
Vanderlei Lima, el exmaratonista olímpico brasileño, fue una de las estrellas en la ceremonia de inauguración de Río.
El exatleta fue el encargado de encender el pebetero olímpico de los primeros Juegos celebrados en Brasil. La histórica imagen le dio la vuelta al mundo, pero no es la primera vez que una imagen de Vanderlei lo hace.
En los Juegos celebrado en Atenas en el 2004, otra imagen de Lima recorrió el planeta. El brasileño fue asaltado en plena prueba del Maratón de los Juegos Olímpicos cuando se encontraba en primer lugar.
Vanderlei había protagonizado una escapada y marchaba de líder de la competencia a solo seis kilómetros de la meta. Parecía que el brasileño tenía el oro olímpico en la bolsa, pero el destino tuvo otros planes para él. Un exsacerdote irlandés, que se cree que estaba en estado de embriaguez, se saltó las medidas de seguridad y detuvo a Lima empujándolo a un lado de la calle donde se encontraba una gran multitud.
Algunos espectadores trataban de ayudar al brasileño y de detener al agresor. El corredor, aunque parecía aturdido, se sobrepuso y siguió corriendo. Lima logró terminar la carrera, pero debido a la agresión no pudo conseguir la presea dorada.
A pesar de esto, el brasileño entró al estadio lanzando besos y dibujando un corazón en el aire con las manos, con el público desbordándose en aplausos y elogios al brasileño. Vanderlei se colgó la presea de bronce esa noche.
“Perdí varios segundos. Estaba asustado. No sabía si el loco tenía una pistola, pero no quise llorar. No quise perder la esperanza” explicó el atleta sobre lo ocurrido. Una actitud de fortaleza y de espíritu olímpico fue lo que demostró Lima aquella histórica noche. Aunque Brasil apeló a las instituciones olímpicas para que le otorgaran la medalla de oro a Lima, que hubiera ganado casi con total seguridad de no haber sido por el accidente, el exmaratonista tuvo que conformarse con el bronce.
El oro lo ganó el italiano Stefano Baldini y el estadounidense Mebrahtom Keflezighi se quedó con la plata. Sin embargo, el brasileño lejos de sentirse derrotado y abatido declaró “Es bronce, pero sabe a oro”.
La historia se ha encargado de darle la razón. El brasileño de oro pasó a la historia, no solo por el trágico incidente que le robó el primer lugar, sino por ser el primero en su país en encender la flama del olimpismo.
Redacción