
La zimbabuense Kirsty Coventry fue una gran competidora en la piscina que ascendió al primer sillón del deporte mundial
La zimbabuense Kirsty Coventry, elegida como nueva presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), fue una gran competidora en la piscina que, tras ser elegida para representar en el organismo a los deportistas, asciende al primer sillón del deporte mundial gracias a su capacidad de aprendizaje bajo la tutela del actual dirigente Thomas Bach.
Kirsty Coventry elected as the new President of the IOC.
As the 10th President of the International Olympic Committee, the Zimbabwean who competed at five Olympic Games is the most decorated African Olympian ever with 7 Olympic medals. She has now become the first-ever woman to… pic.twitter.com/igOoN5Mwvz
— The Olympic Games (@Olympics) March 20, 2025
Gran espaldista en la pileta, Coventry ahora deberá mirar al Movimiento Olímpico de frente y afrontar problemas de primer orden, no ya solo en el deporte, sino en la política y la sociedad.
La dirigente de Harare cuenta con su experiencia como ministra de Deportes de su país y como gestora de una academia para difundir la natación entre las comunidades menos favorecidas de Zimbabue.
Tuvo una carrera larga como nadadora -desarrollada en parte en Estados Unidos- que le permitió participar en cinco Juegos, desde 2000 hasta 2016. Pero sus siete medallas llegaron entre 2004 y 2008, su etapa de esplendor.
Entró en el COI en 2013 como representante de los deportistas, votada por sus colegas en la Villa Olímpica. Como presidenta de la Comisión de Atletas formó parte de la Comisión Ejecutiva y ahí tomó conciencia de lo que era el poder olímpico. Luego fue elegida miembro individual, la élite del Comité.
Thomas Bach vio pronto en ella una posible sucesora. Mujer, africana, campeona olímpica, joven… todo un lavado de cara para el organismo. Le dio responsabilidades de máxima exigencia, como la coordinación de los Juegos de la Juventud Dakar 2026 y los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032.
Durante la campaña electoral no hizo pronunciamientos atrevidos y se centró en no cometer errores. Tampoco incidió en su condición de única mujer candidata. Pero sí destacó la conveniencia de que el próximo presidente fuera un deportista de alto rendimiento.
Esquivó con elegancia las preguntas sobre el supuesto apoyo de Thomas Bach a su candidatura, al referirse a la imparcialidad del presidente. En el futuro le tendrá como presidente de honor, una mano siempre amiga para ofrecerle sus consejos.
Con información de EFE