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Dos grandes del boxeo en WBC Talks, por Mauricio Sulaimán
El exboxeador Julio César Chávez. Foto de Mexsport/Archivo

Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, recordó en su columna para El Heraldo de México las charlas que tuvo con Julio César Chávez y Sugar Ray Leonard en las llamadas WBC Talks.

Aquí el texto íntegro de la columna de Sulaimán:

Tuve el gran gusto de sostener pláticas, uno a uno, con dos de las más grandes de la historia del boxeo: Julio César Chávez y Sugar Ray Leonard, durante las dinámicas llamadas WBC Talks, las cuales se realizan bajo el WBC University con el apoyo de LiberQuaré.

Son charlas informales, totalmente relajadas, y en las que simplemente recordamos pasajes de su vida dentro y fuera del ring.

Hemos seleccionado fotografías que, al ser puestas en pantalla, generan emociones en nuestros campeones y abren la conversación, y permiten que fluyan los recuerdos y sentimientos más íntimos de
estos grandes.

Sugar Ray Leonard nos contó sobre su niñez y cómo la relación con sus padres fue lo que le dio la fuerza para ser un triunfador.

Su padre fue un hombre trabajador, sin estudios, que dedicó a trabajar de sol a sol para proveer a su familia: “Nunca se dio por vencido y nos sacó adelante”.

Y contó cómo la determinación de su madre fue lo que mantuvo el espíritu de lucha en su familia.

Sugar perdió a su papá el año pasado, y su madre tiene 91 años; fue ella quien escogió su nombre: Ray Charles Leonard, basado en el legendario cantante Ray Charles.

Leonard conquistó la gloria olímpica en Montreal 1976, y él no quería dar el salto al profesionalismo, deseaba estudiar en la Universidad de Maryland. La necesidad de sacar adelante a sus padres lo llevó a tomar la decisión que cambiaría por siempre su vida.

Ganó el campeonato mundial welter a Wilfredo Benítez, y sostuvo grandes peleas ante boxeadores legendarios, en la que se conoce como la Época de Oro del boxeo mundial. Leonard venció a Tommy Hearns, Roberto Durán y Marvin Hagler, así nada más. Fue el primer boxeador en conquistar títulos en cinco divisiones diferentes: welter, superwelter, medio, supermedio y semicompleto.

Sus máximos ídolos fueron las estrellas Sugar Ray Robinson y Muhammad Ali.

Julio César Chávez nos contó una gran cantidad de anécdotas. Él se robó a quien eventualmente sería su esposa, Amalia. Se la llevó a Mazatlán, pero de repente llegaron patrullas a buscarlo, pensaba que lo iban a encarcelar… ¡pero no!

La policía lo buscó, pues acababa de llegar la noticia que iba a pelear por el título mundial contra El Azabache Martínez. La luna de miel tuvo que esperar, JC se subió a un avión por primera vez, y fue a firmar la pelea con Don King, y de ahí al campamento de entrenamiento.

Dos grandes del boxeo en WBC Talks, por Mauricio Sulaimán - sugar-ray-leonard
En la foto, Sugar Ray Leonard. Foto de Mexsport/Archivo

Julio es el más grande de todos los tiempos; cuando él peleaba se paralizaba México. Ganó muchos millones de dólares, tuvo aviones privados, yates, todo tipo de lujos, y fue dramático escucharle que nunca sintió plenitud.

Eso lo llevó a caer en las adicciones: “He perdido muchas cosas materiales, pero lo único que no, es el cariño y afecto de la gente; eso es lo que me mantiene limpio, no les puedo fallar y jamás voy a recaer”.

Él dedica todo a sus clínicas de rehabilitación. Transformó su mansión de Culiacán en la Clínica Baja del Sol, y ahí atiende a cientos de personas cada año.

Estos tienen el mayor porcentaje de efectividad en rehabilitación, y el menor en reincidencia.

Siempre fue un gran deportista. De joven fue a un nacional y quedó campeón en futbol y beisbol, y perdió en boxeo; fue ahí que decidió abandonar el pugilismo amateur y subir al profesionalismo.

Sus ídolos fueron Rubén El Púas Olivares y José Luis Ramírez.

Uno de los días más especiales de su vida fue cuando por primera vez se reunieron Los Tres Grandes: Hugo Sánchez, Fernando Valenzuela y él.

Nunca habían estado los tres juntos, y ocurrió durante el gran homenaje Héroes de México, que por fin sucedió. Platicaron, rieron y se formó una gran amistad
entre ellos.

Hicimos un ejercicio con ambos, y sacamos el boxeador ideal con las características de sus favoritos:

Leonard escogió a Mike Tyson (con la mejor pegada), Marvin Hagler (quijada), Roy Jones (velocidad), Holmes (jab), Sugar Ray Robinson (boxeo), Sugar Ray Leonard (piernas), y a todos los boxeadores (valentía).

Mientras que Chávez: Tyson (pegada), Canelo (quijada), Leonard (velocidad), De La Hoya (jab), JC (boxeo), Floyd Mayweather (piernas) y Travieso Arce (valentía).

¿Sabías que…?

Julio César Chávez y Sugar Ray Leonard compartieron junto con Mike Tyson la designación de Peleador del Año del WBC en 1988.

En un acto histórico en Nueva York, los tres fueron premiados por José Sulaimán.

Anécdota de hoy

Sugar Ray Leonard tenía cinco años sin pelear; se había retirado, tras un desprendimiento de retina. Él llamó a mi papá y le pidió la oportunidad de retar al gran campeón de ese entonces, Marvin Hagler.

El WBC ordenó una serie de estudios médicos y la valoración de dos diferentes oftalmólogos, siendo esa la condición para poder aceptar la petición de Leonard.

Ante las críticas de los medios, sobre todo en EU, fue autorizado para pelear. Mi papá sufrió mucho en los meses previos a la función, inclusive, fue llamado “asesino” por parte del periodista Larry Merchant, quien era uno de los de mayor voz en ese entonces. Sugar Ray Leonard venció a Hagler por decisión, y se escribió uno de los gloriosos capítulos en la historia.

Don José fue el último en salir del Caesars Palace; se quedó ahí solo, reflexionando y altamente satisfecho y orgulloso de que Sugar Ray cumplió.

Con información de El Heraldo de México