Anécdotas de liguilla

La parte final de la Liga MX que define al campeón tiene muchas historias curiosas alrededor de los partidos que van desde entrenadores que dirigen por teléfono, árbitros que no se saben el reglamento o jugadores que tuvieron que posponer sus vacaciones porque ni ellos esperaban llegar a la final.

El árbitro que olvidó el reglamento

América y Morelia terminaron 4-4 en el marcador global en los cuartos de final de la temporada 1987-88. El criterio de desempate era el gol de visitante pero ambos equipos también estaban igualados a dos tantos (ambos juegos de la serie terminaron 2-2). Por lo que hubo que disputarse un tiempo extra para definir al ganador. Sin embargo, al terminar este, el marcador volvió a quedar empatado (1-1). Entonces el árbitro Miguel Ángel Salas dio por terminado el partido señalando que el pase a las semifinales era de Morelia y olvidó que se debían ejecutar tiros penales. Se armó un escándalo porque el entrenador de Morelia, Antonio Carbajal, y el dueño del club, Nicandro Ortíz, pidieron a sus jugadores que se fueran a los vestidores. Por su parte, Alfredo Tena, Jorge Vieira- director técnico del América- y el periodista Fernando Schwartz señalaron su error al silbante y pidieron que revisara el reglamento. Incluso intervinó el gobernador de Michoacán, Luis Martínez Villicaña, quien pidió a los futbolistas morelianos que salieran a ejecutar los penales. 40 minutos más tarde, pese a que algunos jugadores de Morelia ya se habían bañado y cambiado, se ejecutó la tanda desde los once paso donde América se impuso 3-1. El árbitro Salas fue suspendido seis meses del arbitraje.

Tuzos sin vacaciones

En el Invierno 1999, Pachuca peleaba por sumar puntos para evitar el descenso. En aquel torneo clasificaron al repechaje. Por primera vez en su historia, los Tuzos avanzaban a liguilla por el título en Primera División. Varios jugadores jamás pensaron que podía llegar hasta la final, así lo recuerda el mediocampista de ese equipo, Alfonso “Poncho” Sosa: “esto es verídico, hubo jugadores que sacaron pasajes para irse de vacaciones pasando el repechaje, otros para después del partido contra Toluca [cuartos de final] porque íbamos a jugar allá con todas las desventajas”. Los Tuzos superaron a los Diablos Rojos; luego, en semifinales se impusieron al Atlas y obtuvieron su primer título de liga ante el Cruz Azul.

Nadie quiere cobrar el penal

En el juego de vuelta de la final entre Necaxa y las Chivas del Guadalajara del Invierno 1998, el equipo tapatío dejó ir una oportunidad para ponerse en ventaja. Luego de terminar 0-0 en la vuelta, el Rebaño Sagrado se lanzó al ataque buscando el primer gol. Tuvieron dos tiros que dieron en el poste y se marcó un penal por una falta del centrocampista de los Rayos, Markus López, sobre Joel “Tiburón” Sánchez. Sin embargo, López relata que vio que nadie quería ejecutar el penal: “nadie se animó, más que Alberto Coyote. No me lo platicaron, lo vi, estaba ahí a un lado, él toma el penal porque los que tenían que tirar (entre ellos Luis García) no quisieron hacerlo”. El penal fue atajado y Necaxa terminó por vencer 2-0 a las Chivas. Ese fue el último título de liga de los Rayos en Primera División.

La Volpe dirige por teléfono

Ricardo La Volpe dirigía a los Diablos Rojos del Toluca en el Apertura 2002 pero hacia el final del torneo el argentino fue nombrado entrenador de la Selección Mexicana. En su lugar, con los escarlatas se quedó Wilson Graniolatti quien había fungido como auxiliar. Dos derrotas- una por goleada ante Santos y otra en el juego de ida de cuartos de final ante Chivas- despertaron la preocupación de la directiva que pretendía el retorno de La Volpe. Graniolatti se molestó por aquella idea y renunció una vez que obtuvo el pase a semifinales. La acción provocó también la renuncia de su hermano, Milton, quien era el preparador físico. El entrenador del Tri convenció a Alberto Jorge para que apareciera en la banca en lugara de Wilson. Después hablo con este para dejara que Milton volviera al club. Una vez que quedó conformado el cuerpo técnico, La Volpe podía dirigir a distancia. Llamaba por teléfono a otro auxiliar, Hernán Puerta, para dar indicaciones. “A veces bajaba al medio tiempo pero el que tenía contacto y diálogo con los jugadores era Alberto”, explica el argentino. Toluca superó a Santos en semifinales y se levantó el título ante Morelia. Pese a que en los registros aparece Alberto Jorge como el estratega campeón, el equipo sabe que La Volpe fue quien los guió.

Batalla campal en el Estadio Azteca

En la campaña 1982-83, el América terminó como superlíder de la liga con 61 puntos, sacando una diferencia de 14 unidades al segundo lugar (Atlante). Además impusieron la marca de más victorias como local (17). En las semifinales, las Águilas enfrentaron a las Chivas del Guadalajara que terminaron como séptimo de la tabla general. En la ida, América venció 2-1 en el Estadio Jalisco y su entrenador, Carlos Reinos, declaró que el juego de vuelta sería “un partido cómodo y hasta fácil”. En el segundo partido, realizado en Estadio Azteca, desde el minuto 3 comenzó la violencia en la cancha. Samuel Rivas dio un codazo a Cristóbal Ortega y este salió lesionado. Norberto Outes, delantero americanista, fue expulsado al minuto 25 por dar un puñetazo a Eduardo Cisneros, lo que desató una bronca que duró cerca de 9 minutos. En el tiempo que se repuso antes del medio tiempo, Chivas anotó dos goles y fue expulsado Armando Manzo, las Águilas quedaron con nueve jugadores para el resto del partido. Al minuto 88, Roberto Gómez Junco anotó el tercer gol para el Rebaño Sagrado. El jugador pasó frente a la banca del América y les mostró tres dedos, lo que provocó que el preparador físico, Hugo de Anda, saliera para golpearlo y se desató una bronca de más de 20 minutos en la participaron futbolistas, cuerpo técnico, directivos y hasta aficionados. La Comisión Disciplinaria suspendió a siete jugadores de Chivas para final que terminó perdiendo y el título de liga fue para el Puebla.

Con información de Paulo Medina (@elguapoft)