Ser el salvavidas de los mejores nadadores del mundo y ser quien trapea las calles de Río son de los trabajos más extraños de los Olímpicos
A continuación les presentamos algunos de los trabajos poco convencionales que tienen que realizar distintas personas durante los Juegos Olímpicos celebrados en Río de Janeiro.
En el Velódromo, antes de las carreras, hay encargados en sostener a los ciclistas previo al inicio de las pruebas. Gracias a la pendiente inclinada de la pista de los velódromos, tiene que haber alguien encargado de sostener a los ciclistas para que puedan empezar la competencia.
Otro trabajo peculiar en Río es el salvavidas encargado de la alberca olímpica. El salvavidas tiene que estar cuidando a los mejores nadadores del mundo que no se ahoguen. Aunque podría parecer completamente inútil, si un nadador sufre alguna lesión o por algún motivo se desmaya, necesitaría ser socorrido por el salvavidas.
Pasamos de la alberca a las canchas de voleibol de playa. Después de cada turno hay un equipo que acomoda la arena para los competidores y se encargan que la cancha siga con las medidas reglamentarias.
Regresamos al velódromo. Después de cada competencia, personal del estadio se encarga de limpiar las partes más inclinadas de la pista con una escalera. Debido a la pendiente inclinada y la altura, la labor no es nada sencilla.
Por último, en Río hay gente encargada de trapear las calles. Después de competencias que se realizan en las calles de la ciudad como el maratón o la marcha personal de Río se encarga de trapear las calles. También lo hacen después de eventos multitudinarios donde hay una gran concentración de personas.
Redacción