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Celulares afectan el rendimiento cognitivo
Foto de Internet

Es normal que el flujo de las conversaciones hoy en día se vea constantemente interrumpido porque la gente está más pendiente de sus teléfonos que de la plática.

Dos expertos en respuestas emocionales a la tecnología de la Universidad de Oxford dijeron en el 2012 que esta conducta “puede distraer la atención necesaria para mantener conversaciones íntimas”.

Dos especialistas en psicología y desarrollo cognitivo de la Universidad de Hokkaido, en Japón fueron más allá en otra investigación cuatro años después. “La mera presencia de un teléfono inteligente afecta al rendimiento cognitivo” de las personas con la que comparte entorno, concluyeron.

En conclusión, las personas que tienen un menor nivel de apego a estos dispositivos son las que se distraen más si un celular está presente cuando han de prestar atención y resolver búsquedas o ejercicios en una pantalla de computadora.

“Queríamos saber si la presencia de un smartphone puede distraer a la hora de realizar tareas de búsqueda e identificación”, amplía Jun Kawahara, autor de la investigación Los efectos de la presencia de un celular durante búsquedas espaciales junto a Motohiro Ito.

“Sabíamos que un teléfono inteligente afectaba a la atención necesaria para mantener conversaciones íntimas, pero queríamos averiguar cómo distrae cuando se están llevando a cabo operaciones mentales”, añade.

“Los resultados difieren de alguna de sus predicciones. Nos sorprendió que quienes más se distrajeran por la presencia del teléfono fueran quienes menos emplean estos aparatos habitualmente. Un estudio anterior afirmaba que las personas que utilizan celulares y gadgets electrónicos a menudo son más propensos a las distracciones y creímos que sucedería algo similar”, admite.

Los especialistas tenían dos hipótesis.

Que la distracción podía suceder porque la atención visual se viera capturada por el teléfono o que la distracción era un coste cognitivo producto de intentar inhibir la presencia del teléfono, o sea no pensar en ello, olvidar que hay un teléfono inteligente cerca mientras uno trabaja frente a la computadora.

“Dividimos a los participantes, 40 estudiantes de grado, en dos grupos en función de los datos que obtenían en el Test de Adicción a Internet. Sentados frente a una pantalla de computadora en la que debían buscar distintos elementos, colocábamos el teléfono en el borde izquierdo. Al segundo grupo, en lugar de un celular les colocamos un bloc de notas”, detalla Kawahara.

Los del primer grupo tardaron considerablemente más que los del segundo en encontrar los objetos que se les pedía. Esto indica que “se distraían automáticamente por la presencia del teléfono, perjudicando el rendimiento cognitivo”.

Los que estaban más acostumbrado a trabajar con pantallas eran mucho más eficientes cuando el celular estaba en el mismo lado que el objetivo a buscar. Los resultados sugieren que “la influencia de un teléfono en el rendimiento cognitivo difiere en función del grado de uso de internet”.

“Las conclusiones son favorables a nuestra segunda hipótesis, que la mera presencia de un teléfono puede mermar la atención solo por querer omitir que está donde está”.

La pregunta es si aquellos que más usan los celulares habrían desarrollado la habilidad de no distraerse por ellos. Kawahara es prudente y cree que esto “no puede concluirse todavía”.

“Desconocemos aún si lo que sucede es que los usuarios frecuentes desarrollan la capacidad para no dejarse influir por ello o si aquellos que, de manera innata, son capaces de ignorar lo irrelevante se han convertido en usuarios frecuentes”.

Lo que sí logró concluir el estudio es que “los adolescentes japoneses pasan un 13 por ciento del año pendientes de su celular”.

Con información de El Mundo