Minuto a Minuto

Nacional Un muerto por volcadura y explosión de una pipa en Chamula, Chiapas
Una pipa volcó y explotó este sábado 20 de diciembre de 2025 en Chamula, Chiapas, con saldo de un muerto y un herido
Nacional Comerciantes bloquean avenida Juárez de la CDMX
Comerciantes bloquearon en dos puntos la avenida Juárez, una de las principales vialidades del Centro Histórico de CDMX
Nacional Tren Interoceánico choca con tráiler en Pichucalco, Chiapas
Un tráiler intento ganarle el paso al Tren Interoceánico en una comunidad de Pichucalco, Chiapas, este sábado 20 de diciembre
Nacional Quintana Roo rompe récord histórico con 766 operaciones aéreas en un solo día
Dicha cifra confirma la fortaleza de Quintana Roo y la alta demanda de conectividad aérea por parte de visitantes
Nacional Identifican 160 cuerpos del crematorio Plenitud, en Ciudad Juárez
La Fiscalía de Chihuahua informó de los avances en la identificación de cuerpos del crematorio Plenitud de Ciudad Juárez

El gobierno ha consagrado el año 2019 como el de Emiliano Zapata, héroe nacional, muerto en una emboscada, mediante una traición, en 1919. Es precisamente su muerte la que cumple 100 años, y es la que se celebra, muy a tono con el fondo fúnebre de nuestra historia patria, tan hospitalaria para los hechos violentos y los héroes derrotados.

Me pregunto cuál es el Emiliano Zapata que el gobierno consagrará este año como su héroe, porque hay varios Zapatas, y algunos divergentes entre sí.

Uno es Zapata el supuesto autor de la frase “La tierra es de quien la trabaja”. Otro es el firmante de un documento llamado Plan de Ayala, cuyo lema es: “Libertad, justicia y ley”.

El Zapata de la primera frase es el profeta del agrarismo mexicano, de la expropiación y el reparto de tierras. El firmante del Plan de Ayala es un hombre del campo, pero su horizonte de demandas es liberal: “Libertad, justicia y ley”.

Luego está el Zapata campesino, en el sentido mexicano del que ara la tierra, se beneficia del reparto agrario y acaba en la Central Nacional Campesina de la era del PRI.

Hay también el Zapata no campesino, sino el caballerango medio chinaco, elegante y mujeriego, tratante de ganado.

En la última edición de su Zapata, Womack corrigió un exitoso error de traducción de las primeras frases de su libro. La primera edición en español decía, memorablemente: “Esta es la historia de unos campesinos que no querían cambiar y por lo tanto hicieron una revolución”.

Las palabras originales en inglés eran: “This is a book about country people who didn’t want to move and therefore got into a revolution”.

El principio corregido de la nueva edición en español dice: “Este es un libro acerca de una gente del campo que no quería irse de donde era y que, por eso mismo, hizo una revolución” (FCE, 2017).

No es trivial saber si el Zapata oficial de este año será el “campesino” o el “caballerango”. Hay, por último, el Zapata “indio” que encabeza una “rebelión indígena” y el Zapata no indio, que encabeza la rebelión más amplia socialmente de los pueblos morelenses. Mañana algo más sobre esto.