
“Buscando a Nemo” trajo un efecto negativo que puede crecer con “Buscando a Dory”: la extracción furtiva de peces payaso y pez cirujano azul
Tras el éxito taquillero global que significó “Buscando a Nemo” en 2003, la película de Disney trajo consigo un efecto negativo: la incesante demanda de los peces payaso, como los protagonistas Nemo y su papá Marlin.

Por la historia, todo niño quería tener un pez payaso. No obstante, hay una realidad que la gente que adquirió uno de los peces vivió: los peces payasos difícilmente crecen en cautividad, hay que pescarlos salvajes, y es algo que resulta complicado. Ello además provocó que la oferta fuera sobrepasada por la demanda, hecho que generó, como en todo tipo de escasez, una importante crisis.
Pero eso no era todo el terror que sufrían los peces payaso. Los dueños de los peces veían cómo las ‘mascotas’ morían, de manera sistemática, a las tres semanas, significando un dolor para las familias, quienes habían vinculado un lazo afectivo.
Los compradores no sabían que para pescar, les echaban a los peces payaso un producto compuesto con cianuro. El cianuro alteraba a los peces y gracias a ello se les puede capturar fácilmente. Por esa razón, al mes de haber sido pescados y vendidos, todos morían por la acción de dicho cianuro.
“Buscando a Dory” podría aumentar crisis
En todo el mundo, esto no es un tema resuelto, y ante el próximo estreno de “Buscando a Dory”, se cree que pueda ocurrir un nuevo aumento en la demanda de peces payaso.

Asociaciones defensoras de los animales, como Global Animal Foundation, han alertado por este caso, señalando que los peces protagonistas no pueden ser criados en cautiverio. “Hay muchos ejemplares que pueden ser criados en cautividad pero los peces payasos o los peces cirujanos azul no. Por eso pedimos a la gente que no compre peces salvajes. No saben las prácticas inhumanas y medio ambientales destructivas a las que se exponen esta clase de peces cuando la demanda de compra se dispara. Además, el cianuro tiene un efecto devastador para las barreras de coral. Estados Unidos, Japón, China y la Unión Europea son los principales consumidores de peces y corales decorativos”, señalaron.
Con información de ABC.es