
Durante el sermón en la Casa Santa Marta, el papa Francisco advirtió que hoy, del papa para abajo todos pueden convertirse en hipócritas
Durante el sermón de su misa matutina en la capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano, el papa Francisco advirtió que hoy todos pueden convertirse en hipócritas, “del papa para abajo”, por lo que invitó a los fieles a tener la valentía de acusarse a sí mismos, antes de acusar a los otros, incluso con motivo.
Recordó que “Jesús pidió a sus discípulos ser misericordiosos y no jueces de los demás con chismes y hablando mal; así como amar a sus enemigos y perdonar todos los días tal como se recita en el Padre Nuestro, pues “si yo no perdono, ‘¿cómo puedo pedir al Padre que me perdone?”.
El papa instó a todos los católicos a pedir “la gracia de una conversión”, y cuando les venga a la mente pensar en los defectos de los demás frenarse, cuando les den ganas de hablar mal de los otros pararse y preguntarse: “¿Y yo?”.
“Cuántas cosas podemos decir de nosotros mismos, ahorremos los comentarios sobre los demás y hagamos comentarios sobre nosotros mismos”, recomendó.
“Es este el primer paso en el camino de la magnanimidad, porque el que sabe solo ver la paja en el ojo ajeno termina en la mezquindad: un alma mezquina, llena de pequeñeces, llena de chismes”, abundó.
El papa desarrolló su homilía deteniéndose en un pasaje del Evangelio de Lucas en el que el Señor indica el camino del amor sin límites y pide que se rece por quien trata mal.
Redacción.
