Obra en la Del Valle genera tráfico y pérdidas a los comercios

Una obra por parte de la Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México que inició a principios de noviembre ha generado grandes pérdidas económicas a los comercios formales, además de provocar un intenso tráfico vial que será permanente incluso cuando termine el proyecto con fecha estimada para el 31 de diciembre.

Se trata de una ampliación de las banquetas de Avenida Coyoacán en el cruce de Pedro Romero de Terreros y Adolfo Prieto, justo donde su ubica el tradicional Mercado Lázaro Cárdenas, reduciendo de 7 a 2 carriles de dicha avenida y las calles reduciéndolas a un solo carril, provocando un importante caos vial, lo que se traduce en mayor contaminación ambiental y ruido.

En las esquinas de dichas vialidades se construyen isletas de más de 10 metros de largo, lo que genera un cuello de botella, pues para dar vuelta los camiones repartidores u otros vehículos grandes necesitan ahora hasta cinco movimientos para lograrlo, ya no hablemos de un camión de bomberos.

El proyecto no contempla rampas para las personas con discapacidad y ni el tema de los estacionamientos para la gente que hace sus compras en el mercado, pues anteriormente este contaba con espacios definidos para que los visitantes pudieran estacionar su coche en batería sin generar ningún tipo de afectación a la circulación. Por lo que ahora, al estar este conflicto vial y sin lugar para estacionarse ha bajado en un 70 por ciento las ventas de los comerciantes quienes se encuentran molestos al igual que los vecinos quienes no recibieron ninguna una consulta previa sobre la construcción.

Como muestra clara de que no hubo una consulta previa de las autoridades, desde hace 62 años, solo durante la temporada navideña, los locatarios del mercado tienen el permiso para poner una romería de puestos temporales en la banqueta para la venta de árboles navideños, nochebuenas, adornos y antojitos lo que representa su mes fuerte en ventas que ahora se han venido abajo al no haber la misma cantidad de clientes, pues se encuentran colocados entre los escombros de la obra, coladeras destapadas que representan un gran peligro y el polvo que daña a sus productos.

La abogada Eugenia Callejas, quien además lleva las redes sociales “En la Del Valle” con 227 mil seguidores en Twitter y más de 4 mil seguidores en Facebook, dijo que el espacio original de la banqueta era el adecuado para transitar fácilmente por lo que no era necesario una ampliación tan grande que solo afecta la circulación vial y que además de los problemas anteriores se corre el riesgo de sufrir inundaciones pues taparon muchas de las coladeras que originalmente estaban y las que dejaron, no están al mismo nivel del nuevo piso ni impermeabilizadas. “Aquí nunca hemos sufrido por inundaciones, pero ahora lo más seguro es que sí las haya pues las coladeras no están al mismo nivel, pues el nuevo suelo lo colocaron encima del que ya estaba y al no ponerle impermeabilizante pronto se va hundir el piso”.

En el recorrido que hicimos alrededor de la obra, que no parece que vaya a terminar en el tiempo establecido, pudimos constatar que el material del suelo que se encuentran colocando es frágil pues incluso ya hay piezas rotas y pronto con la carga y descarga de los repartidores de los productos va a quebrar. Por otra parte, aunque en un principio la zona luzca atractiva, el ruido generado por el tráfico no va a ser nada agradable para permanecer ahí sentado jugando en una mesa ajedrez, que es uno de los elementos que colocaran en las isletas, al igual que bancas y racks para bicicletas.

La señora Callejas, señaló que “la gente viene aquí a hacer su mandado, no solo a comprar una fruta. Estamos hablando de que la delegación Benito Juárez son los que tienen más adultos mayores, especialmente en esta zona, entonces sin dónde dejar el auto cerca, cómo van a poder llevar sus cosas”, cuestionó.

El mercado cuenta con 440 locatarios que han resultados afectados con este proyecto y que se opusieron al mismo, entre ellos la señora María Elena, quien vende comida adentro del mercado y en esta temporada árboles de navidad. “Ya nos quitaron donde nos estacionemos, donde llegue nuestra clientela, donde descarguemos, no pueden pasar los camiones repartidores porque no se logran dar la vuelta. Estas isletas que están haciendo van a ser áreas de convivencia vecinal, entonces vamos a salir a las once de la noche con nuestro puro, nuestro café y nuestra silla, para ponernos aquí para que pasen nos secuestren, nos golpeen o nos roben, así como está la seguridad… mejor que las autoridades se preocupen por mejorar el alumbrado, eso es lo que en realidad requerimos”.

Mientras que el señor Miranda, también comerciante formal expuso su situación: “Las ventas me han bajado muchísimo, adentro el mercado está muerto. Esto ya lleva un mes, entonces la gente dice ‘oye dónde me estaciono o el polvo’, la gente que venía a comer se tienen que ir a un restaurante porque con el polvo no pueden comer a gusto. Yo vendo frutas y verduras, y quieras o no, el polvo se mete. Según, en un principio nos dijeron que la obra la iban a terminar el primero de diciembre. Ahora, por qué no se hizo mejor la inversión adentro del mercado, que es donde realmente se necesita cambiar el piso, pues porque hacen sus proyectos sin consultarnos”, y agregó que el jefe de mercados, lejos de ayudarlos ya se encuentra negociando para vender el nuevo espacios a ambulantes informales, que es uno de los mayores temores de los vecinos.

Por su parte, el supervisor de la obra Carlos Antonio Herrera González, dijo que el proyecto puede que no sea funcional pero él solo cumple con su trabajo y que no puede hacer nada al respecto, “Aquí he recibido mentadas de madre y es como yo les digo, es un proyecto que viene del Gobierno Central, y es ahí donde se deben de dirigir la quejas. Sé que es un proyecto bonito pero funcional, no lo sé”, dijo.

El número telefónico para establecer una queja es el 56612645 ext. 128, que pertenece a la oficina de Alejandro Martínez, el arquitecto encargado de la obra, quien nunca atendió la llamada realizada para pedir su opinión.

Este es el documento que redactaron los vecinos, locatarios del mercado y comerciante, dirigido a las autoridades de la obra pero como respuesta obtuvieron la contundente afirmación: el proyecto se hace porque se hace.

ZONA MERCADO LÁZARO CÁRDENAS

La “rehabilitación del espacio público” de la zona del Mercado Lázaro Cárdenas en la Colonia Del Valle en la Delegación Benito Juárez, implica que harán las banquetas más anchas, reducirán de 7 a 2 carriles Av. Coyoacán entre Romero de Terreros y Adolfo Prieto, desapareciendo los cajones de estacionamiento.

Los vecinos de la zona, locatarios del mercado y comerciantes no fuimos informados, el proyecto de inició sin la debida sociabilización, sin evaluar la dinámica diaria del área afectada, sin planeación y sin la coordinación requerida por las externalidades derivadas de ella.

Los principales problemas que genera esa “rehabilitación” son:

1. El hacer más ancha la banqueta, que se supone será en beneficio del peatón, invita a que sea usada por los ambulantes, lo cual no solo se advirtió, sino que ya empezaron a instalarse, aún entre los escombros de la obra en proceso; y no solo se trata de artículos de temporada, sino vendimia de comida con peligrosos tanques de gas y absoluta falta de higiene.
Dichos puestos ocupan el espacio que se pretende recuperar, anulando el supuesto beneficio para el peatón, además de que la experiencia indica que un nuevo puesto ambulante es muy difícil de retirar y únicamente se presta a que sean extorsionados por las diversas autoridades.

2. La reducción de carriles de 7 a 2 sobre Av. Coyoacán, genera un embudo que hace que se formen filas de automóviles hasta el Viaducto, en horas pico, pues solamente existen tres cruces norte a sur sobre el Viaducto en la Colonia: Av. Coyoacán-Patricio Sanz, Amores y Av. Cuauhtémoc.

El tránsito de la zona no es mayormente local, sino de cruce, especialmente para automovilistas, transporte de carga, más el transporte público que no puede circular por Insurgentes. Desde ahora, ya ha aumentado la contaminación ambiental derivada del embotellamiento, el ruido de los claxons y vituperios es constante.

3. La desaparición de los cajones de estacionamiento, impactará a los comercios pues las personas que acuden a la zona, van a comer o de compras, no a pasear y quien acude de compras, requiere transportar la mercancía adquirida, generalmente en automóvil o taxi, lo que se comprueba por el hecho de la dificultad actual para encontrar un lugar para estacionarse, pues únicamente hay tres estacionamientos públicos cercanos, mismos que se saturan, pues se comparten con un pequeño supermercado, una oficina de CFE, otra de SACMEX, bancos y diversas escuelas que carecen de estacionamiento propio.

4. Las coladeras de desagüe pluvial no son circulares, sino que están en el ángulo que forma la banqueta y el arrollo vehicular, lo cual no se puede respetar al ampliar las banquetas, de hecho, ya hay algunas tapadas con grava y, sin ellas, se corre el riesgo de inundaciones. Al cuestionar a los trabajadores indican que “no se habían dado cuenta”.

5. Los trabajos se están desarrollando en plena temporada alta de ventas y sin ninguna coordinación, ya han roto tomas de agua y gas, no cuentan con los materiales necesarios para trabajar en forma continua, la perfiladora de las banquetas está descompuesta, los negocios tienen destruidas sus banquetas desde hace días, impidiendo el acceso de sus clientes, llenando su mercancía y locales de polvo, sin que nadie les pueda informar cuando van a concluir.

6. Las bancas y áreas de descanso están planeadas específicamente en la zona del caos vial, resultando poco plausible que alguien quiera ir a sentarse para “disfrutar” la contaminación y el ruido generado.

Como vecinos estamos muy preocupados porque se realicen obras que nadie solicitó, que impactan negativamente nuestra vida cotidiana, sin siquiera informarnos. Hemos visto “adecuaciones” de la Autoridad del Espacio Público que afirman que no afectarán y luego se comprueba que tienen afectaciones mayores no previstas.

Sabemos que no todo se consulta, hay decisiones ejecutivas, pero si es una obra tan benéfica ¿por qué no se presumió? ¿por qué la falta de transparencia? ¿por qué el albazo en obscurito? ¿por qué no hay información pública disponible?

Difundimos la información vía redes sociales y, a diferencia de otros proyectos, todos los comentarios son de rechazo, excepción hecha de un par de cuentas que lo apoyan, pero reconocen que no viven en la zona.

Uno de cada cinco habitantes del exDF tiene problemas de movilidad, sea por alguna discapacidad o por edad, lo que les impide caminar más de 100 metros y para los cuales la bicicleta no es opción, viéndose obligados a usar un transporte motorizado, además, la Delegación Benito Juárez es la que concentra el mayor porcentaje de Adultos Mayores, especialmente en la zona del Mercado. Son solo el 20%, pero también cuentan.

Se afirma que solo el 20.7% de la población usa automóvil, pero si se le suma el 46.2% que usa transporte colectivo, el 5.9% que usa taxi y el .3% que usa motocicleta, se debe reconocer que el 73.1% viaja en transporte motorizado, el cual necesariamente deberá usar el arrollo vehicular; y, específicamente en la Colonia Del Valle, el 82% de las viviendas cuentan con automóvil, por lo que si el proyecto es para beneficio de los residentes locales, la reducción de vialidades afecta a 8 de cada 10 automovilistas, más los que usan otro tipo de transporte, también motorizado.

La Autoridad del Espacio Público es quien impone la obra, pero no se responsabiliza de sus impactos negativos, puesto que no le corresponde ni garantizar que no prolifere el ambulantaje, ni que existan cajones de estacionamiento disponibles para quien acuda a la zona, ni la contaminación generada por el colapso vehicular, ni su adecuado mantenimiento (luminarias, recolección de basura, control de fauna nociva, inundaciones, repintado de balizado, etc.), ni siquiera la seguridad de los vecinos y transeúntes.

Es decir, crea un problema, pero ni siquiera coordina que se resuelvan los problemas que causa.
Los vecinos solicitamos que se suspenda la obra y se regrese la zona a su estado original, a menos de que se presenten beneficios tangibles y viables, así como que se garantice que se atenderán los posibles efectos negativos descritos.

Finalmente, Roberto Remes, coordinador general de la Autoridad del Espacio Público, señaló lo siguiente:

“De lo que hemos rastreado en la obra del mercado de Av. Coyoacán, la oposición se centra prácticamente en una persona. Hemos estado en contacto con el administrador del mercado y los locatarios no se están oponiendo a la obra, sólo tienen la duda de cuándo terminará. En lo que estamos haciendo hemos dedicado esfuerzo a las socializaciones, pero no hemos podido hacer la socialización hasta el nivel de detalle que nos habría gustado, pero en el caso de la obra en Coyoacán y Adolfo Prieto aún con la mejor socialización la resistencia habría venido de los automovilistas que se oponen a la nueva política de movilidad: el tramo que estamos interviniendo estaba sobrado, no es eje vial, los clientes del mercado no llegan en auto porque los lugares de estacionamiento tienen muy baja rotación debido a las oficinas de la zona, etc”.

Por David Beltrán