Minuto a Minuto

Internacional Perros robóticos con rostros de Musk, Bezos y Picasso acaparan la atención en Art Basel
El artista Beeple presentó en Art Basel Miami Beach perros robóticos con cabezas de figuras como Musk y Warhol en su instalación 'Regular Animals'
Internacional Andrea Bocelli da concierto en la Casa Blanca para Trump y sus aliados
Andrea Bocelli ofreció un concierto en el Salón Este de la Casa Blanca, donde Donald Trump lo presentó destacando su “voz de ángel”
Entretenimiento Manuel Serrat recibe un doctorado honoris causa que fortalece su “cadena de amor” por México
Joan Manuel Serrat recibió en Guadalajara el doctorado honoris causa de la UdeG como reconocimiento a su trayectoria, en el marco de la FIL
Internacional Mapa de Indiana aprobado favorece al partido de Trump de cara a los comicios 2026
La Cámara de Indiana aprobó un nuevo mapa que daría dos escaños más a los republicanos, pero el Senado estatal aún no lo ratifica
Nacional Fiscalías acuerdan trazabilidad de armas y mejora de datos sobre delitos
La Fiscalía General de la República realizó en la Ciudad de México la LIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia

Recogeré en estos días de guardar, lunes martes y miércoles, cosas escritas aquí mismo para la semana mayor de hace siete años. Sus enigmas siguen intactos.

Según el censo de 2010, 97 de cada 100 mexicanos creen en alguna forma de Dios y practican algún credo religioso (87 por ciento católicos). Solo 3 por ciento nos declaramos ateos. ¿En qué creemos los que no creemos en Dios? En formas sustitutas de la inmortalidad y de Dios. Digamos el amor, la fama, el dinero, la naturaleza, la permanencia en la memoria de otros. Todas estas son cosas triviales si se las compara con la idea de Dios, del más allá, de la vida ultraterrena.

Pocos ateos dan en su corazón el salto implícito en la frase de Iván Karamazov: “Si Dios no existe, todo está permitido”.

Muchos menos actúan en consecuencia, como el hermano idiota de Iván, Smerdiakov, que mata al padre opresivo. Todos los hermanos quieren ver muerto a su padre, pero solo Smerdiakov se atreve a hacerlo, autorizado por el dicho de su hermano Iván: “Si Dios no existe, todo está permitido”.

La frase de Iván Karamazov anuncia el salto moral hacia el nihilismo, esa tierra de nadie inherente a la idea de un mundo sin Dios.

El principio del nihilismo es duro y claro: si no creo en nada trascendente, todo es aquí y ahora. Como mi aquí y ahora no tiene rumbo ni rienda, soy mi propia medida, mi propia moral, sin otro referente que yo mismo: soy mi propio Dios.

Sin dioses que observen, ordenen, regulen, conforten y moderen la conducta humana, no hay reglas ni límites, solo la voluntad de cada quien.

El mundo sin dios de la política, vuelto solo voluntad de poder, es el de Hitler y Stalin, y el de todos los reinos utópicos, sustitutos de la Ciudad Dios: el reino milenario de los nazis, la utopía comunista del Gulag, los campos de muerte de Pol Pot.

Pero estamos en México. Me pregunto cuántos de los mexicanos que se dedican hoy a matar, decapitar, enterrar a otros en fosas anónimas o en puentes visibles han dado el salto de Iván Karamazov. Y cuántos no lo han dado y se siguen diciendo creyentes en Dios.

Nuestros creyentes homicidas son un misterio teológico y moral.