Vecino de Tlalpan abandona todo para ayudar en multifamiliar

Han pasado poco más de 120 horas desde que el sismo de 7.1 grados Richter, ocurrido en la misma fecha que el de 1985, pero Héctor Toledo sigue de pie y no se detiene para apoyar a sus vecinos afectados del multifamiliar Tlalpan.

Sólo ha dormido unas cuantas horas desde el martes, cuando tomó la decisión de dejar su trabajo porque recibió la noticia de que había colapasado parte de esa unidad habitacional, donde vive desde hace ocho años con su esposa.

Ambos son residentes del Edificio 3-C, ubicado a un costado del inmueble (C-1) que cayó minutos después de las 13:14 horas del 19 de septiembre. Héctor, de 39 años de edad, se ha quedado a dormir con algún familiar cercano o en uno de los cuatro campamentos instalados por los vecinos en los alrededores.

No se aleja del lugar, porque durante estos días ha sido representante de las familias que habitan en el mismo edificio y, por tanto, es quien organiza las tareas de apoyo, y desde entonces, cada día, a las 16:00 horas, se reúne con la asamblea conformada para informar sobre los avances y dispersar rumores.

Aunque mañana debe regresar al trabajo, dice que estará al pendiente de todo porque “lo que nos pasa a uno, nos pasa a todos. Somos 800 vecinos, 500 departamentos y, justamente, es una unidad habitacional. Es el trabajo colectivo lo que nos mueve”.

Además, al igual que a sus vecinos, le preocupan sus pertenencias, que siguen en su departamento, porque “no tenemos acceso por cuestiones de seguridad, pero tampoco hemos recibido apoyo de Protección Civil para valorar los daños”.

Este domingo trabajan entre 200 y 300 rescatistas, entre ellos brigadistas de Japón e Israel, voluntarios y vecinos. “Son alrededor de mil personas las que siguen con las diferentes labores”, estima.

“Se sabe que hay, tal vez no gente, pero sí hay indicios de seres vivos que quedaron atrapados, pueden ser personas y también mascotas, pero aún no se ha podido definir. Esa es la última información que tenemos”, acotó Héctor.

Se cree que entre los escombros hay siete seres vivos que han sido detectados por el quipo térmico utilizado en las labores de rescate.

El vecino del Multifamiliar Tlalpan enfatizó que “es muy difícil dar información precisa”, pero lo cierto es “no hay versiones de que van demoler, esto es falso” y, por ello, aún se necesitan carpas, mosquetones, pinzas de electricista, mecánicas, de corte y punta y discos para corte.

En el centro de acopio hay suficientes víveres, dijo, y agregó que incluso han enviado algunos a otros puntos donde hay carencias, aunque hacen falta herramientas menores, de línea de vida, porque hay muchos brigadistas que siguen trabajando.

Redacción