Las casa está equipada con paneles solares. El agua fresca es capturada de la lluvia o traída de una cascada cercana al recinto flotante
En 1992, Wayne Adams y Catherine King decidieron dejar el ruido y las multitudes de las grandes ciudades por la vida a la orilla del mar.
Durante los últimos 24 años, la pareja ha estado haciendo la casa de sus sueños pieza por pieza: una maravilla flotante hecha casi exclusivamente con materiales que recogen de la basura o que son arrastrados por la marea; otros materiales los han adquirido gracias a intercambios.
Además de las habitaciones donde viven, la casa tiene una pista de baile, un faro y cuatro invernaderos donde ellos cultivan sus propias frutas y verduras durante el año. Además, gracias a un hoyo dentro de la casa, el hombre pesca para agregar proteína a la dieta de la pareja.
Si el viento es fuerte, Wayne solo se sienta en medio de la casa y espera que algún animal marino muerda el anzuelo.
Las casa está equipada con paneles solares. Por su parte, el agua fresca es capturada de la lluvia o traída de una cascada cercana al recinto flotante.
Debido a que no hay electricidad en el área donde eligieron vivir, Wayne terminó por construir todo un complejo que consiste en doce plataformas hechas a mano, sin usar una sola herramienta eléctrica.
La pareja ha usado unos amarres sujetos a la orilla de la playa, en lugar de anclas, para evitar que casa flotante se vaya a la deriva y pueda terminar destruida por algún evento natural.
Con información de Daily Mail