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Aliados árabes de Estados Unidos reacios ante su coalición
Foto de @thei100

La formación de una amplia coalición que se enfrente al grupo extremista Estado Islámico depende de que se superen los reparos de los aliados estadounidenses en Oriente Medio, muy frustrados con una Casa Blanca que consideran se ha mostrado débil e ingenua en la guerra civil siria.

Estados árabes suníes clave, con Arabia Saudí a la cabeza, querían que Washington hiciera más para ofrecer un sólido apoyo al núcleo de rebeldes sirios en su guerra contra el presidente, Bashar Assad. Ahora, se muestran algo reacios a responder a la llamada del presidente Barack Obama de formar un frente regional contra Estado Islámico, pese a la aversión que despierta el grupo.

Estados Unidos está trabajando en una campaña a gran escala para reclutar aliados. El secretario de Estado, John Kerry, visitará la región, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, estaba el lunes en Turquía para hacer presión sobre su aliado en la OTAN.

Pero la operación no siempre es fácil de vender.

“La confianza es muy baja, especialmente en la región del Golfo, en cuanto a la capacidad de liderazgo de Obama y la forma en la que maneja la política exterior. No creo que ningún país vaya a poner la mano o el cuello al aceptar una alianza con Estados Unidos tan fácilmente”, comentó Mustafa Alani, director del departamento de seguridad y defensa en el Centro de Investigación del Golfo en Ginebra.

Esto no quiere decir que los estados suníes de la región no terminen sumándose a la operación de Washington contra los extremistas que han capturado amplias zonas de Irak y Siria, o que no vean a los milicianos como una amenaza. Pero sugiere, según los analistas, que Estados Unidos tendrá que persuadirles -y probablemente tentarles- para que se unan a la batalla.

“Estos países tienen mucho que ofrecer, pero creo que cualquier cooperación aquí va a ser condicional”, comentó Alani. “No van a tirarse a la piscina por nada”.

Los aliados de Estados Unidos en Oriente Medio son algunos de los más amenazados por el grupo Estado Islámico, cuya campaña por el norte y oeste de Irak en junio sembró la inquietud en capitales de toda la región. Jordania y Arabia Saudí, que de pronto se encontraron combatientes del grupo a sus puertas, han reforzado la seguridad de sus fronteras.

La Liga Árabe acordó el lunes tomar medidas inmediatas, de forma individual o colectiva, para combatir a Estado Islámico y otros extremistas a nivel político, defensivo, legal y de seguridad. Sin embargo, los estados miembros no respaldaron de forma explícita las operaciones militares estadounidenses.

Washington inició el mes pasado ataques aéreos contra combatientes de Estado Islámico en Irak, en la primera acción militar del país en territorio iraquí desde que las tropas estadounidenses se marcharon en 2011.

Obama también sopesa la idea de una acción militar en Siria. Aunque Estados Unidos ya opera vuelos de vigilancia sobre el norte de Siria, el president ha enfatizado que los ataques aéreos allí no son inminentes, y que si en última instancia los autoriza tendrán que producirse junto con una estrategia regional más amplia para atajar la agitación político tanto en Siria como en Irak.

Arabia Saudí, Qatar y Turquía han estado entre los más duros oponentes de Asad y principales partidarios de la oposición armada que intenta derrocarle. En los últimos tres años, los tres países se han mostrado frustrados, y a menudo furiosos, con Obama y su política en Siria.

Estos estados señalan que el presidente no tomó medidas el año pasado después afirmar que se había cruzado una “línea roja”, y no bombardeó Siria tras culpar a Asad de emplear armas químicas letales en zonas rebeldes a las afueras de Damasco. La negativa de Washington a proporcionar armamento sofisticado a los rebeldes -o a permitir que otros lo hicieran- ha sido otra fuente de descontento.

En los últimos meses, Estados Unidos ha sido reacio a tomar la iniciativa, y Arabia Saudí, Turquía y Qatar trabajaron a menudo en direcciones contradictorias para apoyar al fracturado bando anti Assad. Para estos países, la cuestión ahora es si Estados Unidos va en serio esta vez.

Con información de AP