Investigadores han descubierto un gen, presente en gusanos, que es capaz de aumentar la sensación de saciedad y las ganas de hacer ejercicio
Expertos investigadores de Australia y Dinamarca han descubierto un gen, presente en gusanos, que es capaz de aumentar la sensación de saciedad y las ganas de hacer ejercicio, mismo que puede abrir la puerta a nuevos tratamientos de obesidad en humanos.
Esto fue publicado en el más reciente número de la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), donde expertos de la Universidad de Copenhague y de la Universidad de Monash, en Melburne (Australia), analizaron el comportamiento de un gen de un nematodo que transmite al cerebro una señal cuando el animal está saciado y regula la actividad.
“Cuando los animales están malnutridos buscan comida explorando su ambiente. Cuando están bien alimentados no necesitan explorar y cuando están saciados entran en un estado de somnolencia”, explicó en un comunicado Roger Pocock, profesor de biomedicina de Monash.
El nematodo elegido, el Caenorhabditis Elegans, comparte hasta el 80 por ciento de sus genes con los humanos y cerca de la mitad de ellos están presentes en la codificación de enfermedades humanas. “Debido a que el nematodo comparte tantos genes con los humanos es un gran modelo para investigar y entender mejor los procesos metabólicos así como las enfermedades en humanos”, afirmó Pocock.
Investigadores analizaron la respuesta del gusano al factor ETS-5 (proteína que secuencia el ADN) y descubrieron que una alimentación de mala calidad (con grasas y azúcares) lleva a seguir intentando alimentarse, algo que en mamíferos conduce a la obesidad. Los investigadores creen que el estudio del comportamiento del ETS-5 en humanos puede permitir la creación de medicamentos que controlen el apetito y el sedentarismo.
Con información de EFE