Si usted busca “parteaguas” en el diccionario, no la encontrará, y mucho menos si desea localizar la manera en la que se usa en México
Seguramente, usted ha escuchado miles de veces en voz de los políticos la palabra “parteaguas”, o peor todavía, le gusta utilizarla. ¿Pero sabía que esa palabra no existe y prácticamente solo es usada en México?
Si usted busca “parteaguas” en el diccionario, no la encontrará, y mucho menos si desea localizar la definición de la manera en la que se usa en México, donde se aplica como sinónimo de hito, es decir, como sentido figurado de un acontecimiento que marca un antes y un después.
Así, en los medios mexicanos es común escuchar frases como “el 11 de septiembre fue un parteaguas en la historia de Estados Unidos” o “esta obra marcará un parteaguas para el municipio”. También es posible que haya querido utilizarla en Colombia, España o Puerto Rico y no entendieron qué quiso decir.
Pero, si no existe, ¿cómo se empezó a utilizar esa palabra?
Para marcar territorios
Hay varias teorías. Una es que “parteaguas” suele ser usada en algunos ámbitos, como en la geografía, donde se refiere a una línea divisoria, que puede ser imaginaria o real, y que comúnmente se marca en un río para señalar una frontera.
También se utiliza cuando se utiliza algo para cambia el flujo de un río con el fin de, por ejemplo, construir una presa.
Del inglés
Sin embargo, el origen más probable es la traducción de la palabra “watershed”, que en inglés se refiere a, precisamente, “línea divisoria en el agua” o “un momento decisivo”; inclusive, fue muy popular cuando se llamó así al momento en el que terminaba la programación familiar en la televisión británica e iniciaba el horario de adultos.
El uso de “watershed” es muy similar al que se le da a “parteaguas” en México.
La leyenda
Pero es incierto el momento en el que se volvió de uso común en México. La leyenda se lo atribuye a un presidente de la República, que puede ser desde Gustavo Díaz Ordaz hasta Miguel de la Madrid (hay versiones con todos ellos).
Se dice que, durante la inauguración de una obra hidráulica, quizá una presa, se le mostró al presidente el parteaguas que se había formado, por lo que le gustó la palabra y la utilizó inmediatamente en su discurso como sinónimo de un momento que marca un antes y un después.
También hay quien le atribuye el uso de esta palabra al escritor y periodista de izquierda Tomás Mojarro, quien empezó a utilizarla a mediados de los 80 en su programa de radio y en algunos de sus libros y artículos.
Así que ahora que conoce el origen de la palabra “parteaguas”, ya es decisión de usted si sigue utilizándola.
Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)