El pasado 1 de mayo, autoridades de los tres niveles de gobierno implementaron la Operación Jalisco en ese estado contra las organizaciones delincuenciales. Parte del saldo del operativo, fue el derribo de un helicóptero militar por parte de los delincuentes. “Es la primera vez que tiran un helicóptero de este tamaño (…) es una situación … Continued
El pasado 1 de mayo, autoridades de los tres niveles de gobierno implementaron la Operación Jalisco en ese estado contra las organizaciones delincuenciales.
Parte del saldo del operativo, fue el derribo de un helicóptero militar por parte de los delincuentes.
“Es la primera vez que tiran un helicóptero de este tamaño (…) es una situación atípica en nuestro país”, afirmó Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de la Seguridad.
El comisionado señaló que en la acción se usó un proyectil disparado con un lanzacohetes ruso PRG-27 y que los criminales tuvieron suerte o fueron entrenados para derribar el helicóptero.
Hoy, a seis días del ataque, lo que queda del helicóptero Cougar EC-725 manufacturado en diciembre de 2012 y con número de serie M5244, es un camposanto de metales deformados y calcinados desperdigados en un radio de alrededor de 300 metros de zona arbolada accesible solo a pie.
Este es el testimonio de una mujer habitante de la ranchería Villa Vieja perteneciente al municipio Villa Purificación que atestiguó la caída del Eurocopter con 18 trupulantes.
“Nos asustamos mucho, oiga. Los niños, imagínese el ruido. Tronaba bien fuerte el fuego, de arriba a abajo y de abajo para arriba. El helicóptero de arriba hacia abajo y las camionetas de abajo para arriba. Cuando le pegaron dio vueltas y se fue alejando hasta que se cayó allá por los árboles de mango y explotó bien duro. Se vio una nube grande grande y otros helicópteros empezaron a dar vueltas y a disparar más hacia abajo. Nosotros todo lo vimos desde aquí, desde la puerta de la casa. No nos hemos acercado porque hasta hoy en la mañana había soldados”.
Fue tal la fuerza de la caída del aparato que se formó un pequeño cráter de siete metros de largo y casi dos de ancho. Hay cartuchos de fusiles usados y regados en varios puntos y manchas de sangre en fragmentos de metal esparcidos en varias zonas.
Con información de Milenio.